«Niñas por un día para dar ejemplo a las mujeres del futuro», Marta Pérez #frentealespejo

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– Mamá, en el cole, como actividad extraescolar quiero apuntarme a rugby.
– Pero hija, ¡si eso no es de niñas!


– Me quiero desapuntar de robótica.
– Pero ¡si te encanta!
– Sí, pero solo somos tres niñas, y los niños se ríen de nosotras.

– No llores hijo. ¡Llorar es de niñas!

– Toma, dale el menú a tu mamá; así no te pondrá lo mismo de cena.

– La gente se asombra cuando me ve maquillada y con tacones, y me dice «no pareces una científica».

Todas estas frases demuestran lo arraigados que están en nuestra sociedad los estereotipos de género, las etiquetas que nos ponen desde pequeños. Azul, rosa, valiente, princesa… Estas creencias, que forman el ruido de fondo con el que se están criando nuestros hijos, les van marcando; y en el caso de las niñas, limitan su potencial y sus expectativas.

Si desde pequeños criamos a los niños para ser valientes y creerse campeones, y a las niñas para portarse bien y estar guapas, y este mensaje es reforzado continuamente y de forma subliminal por los medios de comunicación, los libros de texto, el lenguaje que escuchamos en casa… no es de extrañar que las niñas sufran en su adolescencia una importante disminución de su autoestima y su seguridad en sí mismas; y consecuentemente de su ambición y metas profesionales. Si no nos libramos de esa semilla cuando las niñas aún son pequeñas, el fruto crecerá y limitará sus aspiraciones, y el magnífico potencial que tiene la mayoría de ellas.

«Los estereotipos con el que se crían nuestros hijos limitan el potencial y expectativas de las niñas»

Si a ello le sumamos la falta de visibilidad de mujeres role model, que puedan ser sus referentes, no es de extrañar que las niñas se vean a sí mismas menos capacitadas para carreras como la ciencia y la tecnología; cuando está demostrado que en realidad tienen las mismas capacidades para ellas que los niños.

El objetivo de Inspiring Girls es precisamente corregir esta situación. Se trata de ampliar y enriquecer las opciones académico-profesionales contempladas por niñas en edad escolar e incrementar así su autoconfianza, mediante la provisión de modelos positivos y la reversión de estereotipos ligados al género.

Y lo hacemos mediante la «vuelta al cole» de mujeres profesionales de todos los sectores, que comparten su propia experiencia vital y profesional con ellas. Les cuentan su vida: por qué les apasiona su profesión, qué barreras encontraron para ejercerla, cómo las superaron… Con su ejemplo les ayudan a visibilizar la amplia variedad de profesiones y trabajos que existen, sin que el hecho de ser mujer suponga ninguna limitación, siempre que se basen en el trabajo y el esfuerzo.

Toda mujer puede ser un ejemplo, una role model, para las niñas y adolescentes, para que conozcan de su mano las infinitas posibilidades a las que pueden aspirar en su vida. Hay cientos de miles de modelos de mujer que, aunque no salen en televisión o en las revistas, son un ejemplo excelente para niñas y jóvenes.

«Hay modelos de mujer que, sin salir en los medios, son un ejemplo excelente para niñas y jóvenes»

Y es increíble el impacto que su solo ejemplo de vida puede causar en ellas. Asistiendo a alguna de estas sesiones, he visto como les cambia la cara a las niñas, como se les abren horizontes que antes no tenían. ¡Y en solo una hora!

Con Inspiring Girls, todas esas mujeres muestran a las niñas, con su ejemplo, que se puede soñar con ser lo que se quiera; que si trabajan duro, y se esfuerzan para conseguir sus sueños, se puede llegar. Y olvidarse para siempre del «tú no puedes, porque eso no es de niñas».


Marta Pérez Dorao es presidenta de la Fundación Inspiring Girls.