«Este mundo «digital» que nos ha tocado vivir», Ángel Zorita #frentealespejo

angel-zorita-frentealespejo

¿Quién osa afirmar que corren tiempos duros para la fotografía y el vídeo, en una sociedad que no para de producir contenido audiovisual? Pues yo mismo. Ahora hay que explicar los motivos que me llevan a estar convencido de tal aparente contradicción. Porque no está todo perdido… ¡seamos optimistas!

Hoy por hoy, casi cualquiera tiene fácil acceso a todo tipo de tecnología y equipo antes reservado a profesionales, ¿no?

Realmente, es una quimera. Muchos compran cámaras réflex. Soy consciente de que existen teléfonos móviles con mejor óptica que el de muchas cámaras compactas. Incluso los aficionados más pudientes, a veces llegan a tener mejor equipo que algunos profesionales.

Por otro lado, vivimos en el mundo de los “tutoriales para todo”, por no hablar de la proliferación de cursos y escuelas; en ocasiones, de dudosa cualificación.

«No es por la cámara: un profesional es mucho más que su equipo»

¿Entonces? Es muy sencillo. Seguro que habéis escuchado más de una vez la frase: «Con esa cámara, ya podrás». Pues no, no es por la cámara. Un profesional es mucho más que su equipo material.

Lo mismo sucede con la invasión de tutoriales, cursos y escuelas. La mejor prueba es la cantidad de profesionales autodidactas que siempre ha existido y existirá. Os cuento un secreto a voces: nunca dejamos de aprender. Aprender de los maestros, de los compañeros e incluso de los alumnos. Y esto es aplicable, no sólo a la fotografía, al vídeo y a cualquier materia audiovisual, sino a la vida entera.

El problema surge en cuanto, quien necesita una foto o vídeo profesional, cree que cualquiera puede dárselo. Es entonces cuando entramos en la infravaloración económica.

Todo viene por menospreciar un trabajo que no conocen. Ejemplo: si no conozco en qué consiste la labor de un barrendero, no se me ocurre suponer que es fácil, pensando: «Bah, si es solo barrer». Sustituid “barrer” por “apretar un botón”, sumad la ingente cantidad de aficionados y no aficionados que se creen capacitados… y así acabamos en el atolladero en el que estamos.

Porque no hemos llegado a ello en unos meses. Es fruto de una labor de desgaste continuo durante muchos años. Básicamente, desde que “todo” es digital.

Dentro de tal vorágine de “enteraos”, subsisten muchos que sí saben de qué va esto. Gracias a estos últimos, los profesionales que amamos nuestro trabajo no nos hemos extinguido aún.

«Arte y profesionalidad no son incompatibles; deben caminar de la mano»

Algunos dicen que hacemos arte. Gracias. Pero arte y profesionalidad no son incompatibles; deben caminar de la mano.

Hay muchas vías de solución, y todas implican una huida hacia delante. Elevar el listón de la calidad, ser más escrupulosos con lo que hay que hacer y en lo que no se debe caer, encontrar mejores maneras para emocionar…

Es imprescindible dominar factores como saber mirar, escuchar, respetar, moverse, esperar… elegir el momento para disparar… conocer aquello que vas a fotografiar o grabar… dar lo que el cliente necesita (que a veces no coincide con lo que cree que quiere)… ser consciente de tus limitaciones y las de tu equipo…

Si lo hacemos sumando, no restando, el futuro será próspero.


Ángel Zorita es fotógrafo, cámara de vídeo y profesional de sonido, pero sobre todo autor del portal lasbuenasheridas.es.