Ayudar es divertido… cuando cuesta tan poco

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La Fundación Purple Day, junto con otras entidades colaboradoras como el Grupo Silk y Fundación La Casa que Ahorra, se ha propuesto hacer realidad que tanto pacientes como familiares de la sala San Vicente del hospital infantil Niño Jesús de Madrid puedan disfrutar de un espacio mejorado, confortable y energéticamente eficiente. Para ello se van a organizar diversas actividades, la primera tuvo lugar el jueves pasado en “casa” de nuestro buen amigo Cipri Quintas.

#Ayudaresdivertido, éste es el resumen más “eficiente” de la tarea que se han propuesto la Fundación Purple Day, en colaboración con otras entidades como el Grupo Silk y la Fundación La Casa que Ahorra para hacer realidad un proyecto solidario: la rehabilitación de la sala llamada de San Vicente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, un espacio ubicado en el área de neurología y que habitualmente usan tanto enfermos epilépticos como sus familias. A pesar de contar con colaboradores importantes, el proyecto requiere de una inversión elevada, por lo que se solicita la ayuda y participación del máximo número de personas y entidades, para que los usuarios de este espacio, principalmente niños, puedan disfrutar de ratos de ocio y distracción durante su ingreso hospitalario.

Con este fin, el jueves pasado 16 de noviembre se organizó la primera de las acciones para recaudar fondos, que lleva por título #Ayudaresdivertido y que va a servir como pistoletazo de salida para este proyecto. El humor marcó la tónica general, porque con buen humor los retos se afrontan mejor y porque sirve para hacer más visible y ameno este proyecto. Así, se consiguió reunir al mayor grupo de “gente divertida” en la sala Silk Social Space de Alcobendas (Madrid) para disfrutar de la actuación del monologuista del Club de la Comedia, Dani de la Cámara, que consiguió sacar (además de los diez euros con consumición) más de una sonrisa a todos los asistentes y hacerles pasar un buen rato. Silk ofreció la recaudación completa de las entradas.

Con la rehabilitación de esta sala del Hospital San Vicente se quiere hacer realidad una necesidad para estos pacientes y familiares, que requieren de un espacio renovado y eficiente. Por este motivo, entidades vinculadas a sectores como la construcción y la eficiencia energética, como La Casa que Ahorra, colaborarán activamente con Purple Day, fundación especializada en chicos con patologías relacionadas con la neurología para lograr que los más pequeños dispongan de este espacio lo antes posible, pero también se requiere la ayuda desinteresada del máximo número de personas a través de filas 0 y donaciones recogidas en la cuenta ES90 2100 9605 7402 0011 9132.

Una rehabilitación necesaria

El hospital Niño Jesús es una referencia en toda Europa dedicado a los pacientes más pequeños, cuna de la pediatría española. Sin embargo, sus muros de casi 140 años de historia sí piden de ciertas mejoras y puestas al día, en especial a lo referente a la comodidad de los familiares y a normalizar un espacio para que sea lo más “curativo” para los pacientes.

La primera piedra del “hospital y asilo” se colocó el 7 de noviembre de 1879 al otro lado del parque del Retiro, gracias a la intensa labor filantrópica de la duquesa de Santoña, María Hernández Espinosa, motrileña instalada en Madrid y casada en segundas nupcias con el industrial y banquero Juan Manuel de Manzanedo y González. El hospital, con planta del arquitecto Francisco Jareño y Alarcón, se terminaba de construir en 1881 y aun hoy se valora como una magnífica muestra del más puro estilo neomudéjar del siglo XIX, siendo desde 1995 declarado Bien de Interés Cultural.

No obstante, el nuevo hospital ya contaba con un precedente, el llamado ‘Hospitalillo’, que existía desde 1877 en una casa de vecindad en el número 23 de la calle del Laurel, en el cercano barrio de las Peñuelas y por eso este 2017 se celebra el 140 aniversario. Disponía de seis salas con camas de hierro y algunos lujos insólitos para la época, como un plato, un vaso y una taza de metal para cada paciente o estufas en las salas. Sin embargo, se quedó pequeño enseguida y fue sustituido por este otro proyecto de hospital-asilo en el edificio donde sigue actualmente, en la avenida de Menéndez Pelayo, y convertido en uno de los centros punteros hoy en día en la investigación de la patología infantil.

Los primeros equipos directivos del hospital y muchos de los facultativos que ejercieron la medicina en este centro a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX son considerados, con el doctor Mariano Benavente a la cabeza, padres y fundadores de la especialidad pediátrica en nuestro país.

El hospital empezó a funcionar solo con tres Servicios, 70 camas, atendiendo a 120 niños al día y con una estancia media de 166 días. Ahora, el centro cuenta con 180 camas y cunas y registra una estancia media inferior a cinco días; alrededor de 1.900 niños pasan a diario por el hospital y más de 90.000 son atendidos cada año desde el servicio de urgencias.

A lo largo de estos 140 años, se ha tendido a la humanización de la asistencia sanitaria, que cobra un sentido aún más amplio en este caso al tratarse de un hospital infantil. Pinturas infantiles decoran el recinto desde hace más de quince años que empezó a darse especial relevancia a estos detalles que también curan, y se desarrollan en las instalaciones un programa de actividades lúdicas y culturales que pasan por espectáculos de teatro-circo o visitas de payasos y cuentacuentos, entre otras.

También se dispone de un “colegio” integrado en el centro para que los niños ingresados que estén en condiciones, puedan seguir las clases (1.300 el año pasado) y no pierdan el ritmo de las lecciones. De igual manera, hay que recordar el convenio de colaboración entre la Asociación Española de Stickler y el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de que ya informamos.


Si estás interesado en esta iniciativa, puedes hacer llegar tus donativos a la cuenta ES90 2100 9605 7402 0011 9132.