«Cien reflejos, un solo espejo», Alejandra Maté #frentealespejo

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Hay dos maneras de propagar la luz: ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja. A mí me toca, como consejera delegada de Caralin Group, agradecer a los cien primeros voluntarios el honrarnos al dejarse invitar a pasar por nuestro espejo para dejar destellos de su brillantez.

Y que conste que no nos ha costado llegar al primer centenar de testimonios. Este país está lleno de espléndidos profesionales, y lo único que hacía falta era ponerles «frente al espejo» para apreciar su brillo, su luz propia.

Porque, además de ser muy, pero que muy buenas y buenos en lo suyo, no descuidan su lado humano. Y demuestran esa excelencia aceptando pararse a mostrar siquiera una pincelada de ese conocimiento que las y les hace excepcionales.

Nos han enseñado la importancia de saber adaptarse a los cambios que invariablemente trae el paso del tiempo, se trate de la profesión que se trate.

Nos han mostrado el lado desconocido del arte de compartir

Nos han mostrado el lado más desconocido del noble arte de compartir con los demás, y en especial con los más necesitados.

Nos han expuesto las claves de ciertos sectores, avanzándonos además los futuros desafíos que les aguardan a estas actividades en los próximos años.

Nos han presentado cómo se debe practicar el ejercicio de ciertas profesiones para llegar a ser un miembro destacado de las mismas, y no el despreciable arribista cuyo mal ejemplo parece cundir tanto en los últimos tiempos.

Nos han contado, en fin, los entresijos de no pocas actividades que desconocíamos –al menos una servidora– o que tal vez nunca nos habíamos planteado en los términos en los que ellas y ellos nos los han mostrado.

Y lo que es más importante, lo han hecho desde su experiencia; tomando como punto de partida su carrera profesional o su propia vida. Con el valor que eso tiene: «Tus actos hablan siempre más alto y más claro que tus palabras», dejó escrito no en vano el conferenciante y autor de superventas Stephen Covey.

Porque para ser un profesional brillante, como los que puedes leer aquí o en nuestro LinkedIn, la coherencia resulta imprescindible. Eso me recuerda una anécdota que leí sobre Gandhi; tal vez el paradigma de ser humano que se convirtió en un modelo de vida y llevó sus convicciones a tal punto que logró cambiar la historia de una nación, haciendo de su vida una auténtica doctrina llevada a la práctica.

Una mujer fue junto con su hijo a ver al pensador. Éste le preguntó qué deseaba, y ella le pidió que consiguiese que su hijo dejara de tomar azúcar a todas horas. A lo que el gurú contestó: «Traiga otra vez a su hijo dentro de dos semanas». Quince días más tarde la mujer volvió con el pequeño. Gandhi se volvió, y le dijo al niño: «Deja de comer azúcar: no es bueno para tu organismo».

Mi sincero agradecimiento a estos primeros cien autores

La mujer, muy sorprendida, preguntó a Gandhi: «¿Por qué he tenido que esperar dos semanas para qué pidiese lo mismo que yo le había solicitado? ¿Acaso no podía habérselo dicho entonces?». A lo que el sabio contestó: «No, porque hace dos semanas yo comía azúcar».

Mi sincero agradecimiento a quienes, de estos primeros cien autores, no he podido trasladárselo en persona. Y por supuesto, a los miles de lectores interesados en sus argumentos. Yo, la primera.

P. D. Si he calificado en todo momento estas opiniones como ‘primeras’ y a sus autores como ‘pioneros’ es porque lo son: dejadme un par de años más y os estaré presentando otros tantos testimonios.


Alejandra Maté es consejera delegada de Caralin Group.