La plataforma, que ha comenzado por libros y ya testea otras categorías de producto, da un precio instantáneo de compra al cliente por todos los libros usados que quiera vender, que Hamelyn recoge a domicilio de forma gratuita. Sus fundadores, los emprendedores Valentín Izquierdo y Federico Aguilar, explican el origen de la idea y las características de su startup.
El cliente va haciendo una cesta de venta ya sabiendo de antemano el importe que va a recibir por sus productos y elige el día y el lugar donde quiere que la startup le recoja los productos. Después, en 24/48 realiza el pago y el cliente tiene el dinero en su cuenta bancaria. Hamelyn está, además, integrada con los principales portales de comercio electrónico, tanto nacionales como internacionales, a través de los cuales vende sus productos por todo el mundo.
Esta plataforma nace bajo la premisa de que la experiencia de comprar cualquier producto online ha evolucionado mucho en la última década. Sin embargo, el proceso inverso, es decir, vender cosas usadas, sigue siendo un proceso tedioso en el que, en la mayoría de los casos, hay que recurrir a plataformas de clasificados donde hay que crear fichas de producto, poner precios, chatear, e, incluso quedar físicamente para el intercambio del artículo.
¿Cómo y cuándo surge la idea de crear Hamelyn?
«Nosotros queremos mejorar esa experiencia con una mezcla de tecnología y operaciones, para hacer que se asemeje lo máximo posible a la que tenemos cuando compramos algo, que sea fácil, rápido y cómodo», aseguran lo creadores de la compañía, Valentín Izquierdo y Federico Aguilar. Amigos de la infancia, ambos han tenido siempre inquietudes emprendedoras. Y aunque los dos trabajaban en empresas privadas, decidieron dejarlo para poner en marcha Hamelyn a mediados de 2020.
¿Por qué centrarse en la venta de libros en un inicio? «El libro es una categoría de producto muy particular por muchas razones. Vimos que había competidores muy grandes en otros países vendiendo libros de segunda mano, mientras que en España y Latinoamérica no había nadie, siendo el castellano uno de los idiomas más hablados del mundo», explican estos emprendedores. Además, el libro pierde poca funcionalidad con el uso, la oferta está altamente fragmentada y viaja bien.
No obstante, ambos emprendedores están vendiendo películas, en sus diferentes formatos y haciendo pruebas con música, videojuegos, equipamiento deportivo y productos para bebés, entre otras. «Hamelyn ha nacido para profesionalizar un mercado y una experiencia que vemos altamente mejorable, y que creemos que ha llegado el momento de hacerlo. No queremos ser una librería online de segunda mano, por muy grande que esta pudiera llegar a ser. Hamelyn será la app de referencia que los usuarios usen para vender cualquier cosa que no necesiten de forma fácil, rápida y sin complicaciones».
¿Con qué portales trabaja Hamelyn? ¿Qué acuerdo hay con ellos?
La plataforma tiene integraciones con varios canales como son Amazon, eBay, Casa del Libro, Milanuncios, Todocolección o Fnac. No son acuerdos particulares, sino integraciones propias con sus sistemas para tener nuestras más de 250.000 referencias visibles en sus plataformas.
Les compensa trabajar con Hamelyn, porque de ese modo amplían su oferta de forma considerable. Eso quiere decir que la persona que entre en su portal para buscar un producto tiene muchas más posibilidades de encontrarlo. «No solo eso, sino que al ser una empresa que trabajamos a escala, el servicio tanto de entrega como postventa que ofrecemos a los compradores es altamente profesional en contraposición al que obtienes comprando el producto a un particular», comentan Valentín Izquierdo y Federico Aguilar.
¿Qué tiene de innovadora la idea?
La innovación principal viene de dar un precio instantáneo de compra al cliente. «Creemos que es un modelo ganador en cuanto a que acerca mucho la experiencia de vender a aquella que tenemos cuando compramos online. De esta forma, el cliente siempre sabe lo que va a recibir por sus artículos y además los tiene vendidos al instante, no tiene que gestionar la venta de principio a fin, o hacer el envío a una empresa que te pague cuando se produzca la venta. Eso no ocurre cuando compramos y, por lo tanto, consideramos que no debe ocurrir cuando vendemos».
Las soluciones que hay para deshacerse de los objetos usados hacen que la experiencia sea tediosa y en cierto modo molesta. Desde crear fichas de producto, chatear, subir fotos, quedar físicamente para intercambiar el producto… hasta ir a una tienda físicamente y que hagan la tasación en el momento. «Creemos que la tecnología está preparada y los usuarios receptivos para atacar este mercado, proponiendo una solución que haga que esa experiencia mejore exponencialmente», aseguran ambos emprendedores.
Hamelyn trata de cambiar esa experiencia. Con el móvil y un par de clics se sabe cuánto van a pagar por aquello que se quiera vender. Se decide fecha y lugar de recogida, la cual hacen de manera gratuita, y en 24 el dinero está en la cuenta bancaria. «Eliminamos fricción a la hora de vender tus cosas usadas, eso hace que desbloqueemos un mercado adicional muy grande que es el de todos aquellos productos que tenemos en casa y tienen un valor en el mercado secundario».
¿Qué respuesta se ha recibido de los usuarios?
Según sus responsables, por las dos partes, tanto aquellos que venden como quienes compran, la respuesta ha sido muy buena. Lo cual explica en el crecimiento que han tenido en menos de 24 meses. Las reseñas en las diferentes plataformas son muy positivas y esto no ha hecho más que empezar, según explican.
«Nos escogen precisamente porque vender con nosotros es casi tan fácil como donar, y además los usuarios ganan un dinero extra, unos 40 euros de media. También tenemos acuerdos con fundaciones y empresas, por lo que en muchos casos esas donaciones también acaban en Hamelyn donde les damos una segunda vida».
¿Cuál es el perfil de los clientes? Su retrato-robot es muy variado: usan Hamelyn por diferentes motivos. El primero es liberar espacio en casa, el segundo es ganar algo de dinero extra y el tercero es la sostenibilidad y el querer volver a poner en circulación los productos en lugar de tirarlos y que acaben en vertederos. El cliente que compra también es muy variado, en cuanto a que es todo aquel que entre en Amazon a comprar un libro.
¿Cuáles son los objetivos de venta para 2023?
«Este año nos quedaremos cerca de multiplicar por tres la cifra que hicimos en nuestro primer año, por lo cual estamos contentos con los resultados. Para 2023 planeamos acercarnos de nuevo a triplicar en facturación, escalar las categorías que tenemos funcionando e integrar algunas otras nuevas. En agosto hicimos el traslado a unas nuevas instalaciones que nos van a permitir escalar nuestro negocio y llevarlo a otro nivel en todos los sentidos», concluyen ambos emprendedores.
Hasta el momento, además, han conseguido el apoyo de inversores como Cabiedes, Itnig Fund o Angels Capital. «Creemos que hay una oportunidad única en este sector y por eso todos los recursos de los que podamos disponer para que Hamelyn se convierta en uno de los competidores importantes del mercado lo antes posible serán bienvenidos. De cara a 2023, ya con unas instalaciones y un equipo que cubre todas las áreas necesarias, estamos preparados Cualquier inversor que vea el futuro como lo vemos nosotros verá que hay una oportunidad enorme y que podemos convertirnos en la tienda online de segunda mano del futuro, donde los clientes acudan a comprar productos de cualquier vertical».