Me encanta la geometría. En la entrada de la Academia de Platón se avisaba “que no entre aquí nadie que no sepa geometría”. Pensamiento y geometría están estrechamente imbricados.
Cuando trabajaba en proyectos de innovación, me llamaba mucho la atención el que se abusara de la metáfora “pensar fuera de la caja”. Un día, mientras iba en un avión con destino a Fuerteventura, se me ocurrió definir el pensamiento crítico como las caras de un cubo, como la mejor representación posible de una caja. Una serie de fuerzas sociales, familiares, profesionales, etcétera, nos mantienen dentro de esa caja o zona de confort, con creencias tranquilizadoras que hemos heredado de otros.
Para pensar fuera de la caja hay que salir del cubo, ejerciendo unas contrafuerzas hasta romper ese lado que nos impide crecer mentalmente. Esas contrafuerzas que debemos utilizar para pensar fuera de la caja son: el dudar, el criticar, el hablar, el razonar, el comprender, y el sentir.
Todas ellas están constituidas por métodos de probada eficacia provenientes de la ciencia y de la filosofía. Pensar no es gratis. Requiere actitud, constancia, esfuerzo y voluntad. Y tiene consecuencias, pero no hay otra forma de desarrollar la mejor versión de nosotros mismos.
«Pensar no es gratis. Requiere actitud, constancia, esfuerzo y voluntad. Y tiene consecuencias, pero no hay otra forma de desarrollar la mejor versión de nosotros mismos».
Entonces, mucha gente me pregunta “¿y qué hay fuera de la caja?”. Es una excelente pregunta. “Más cajas”, respondo yo, pero en una nueva dimensión.
Los seres humanos no podemos pensar más allá de tres dimensiones espaciales. Sin embargo, vivimos en un mundo de cuatro dimensiones. La cuarta dimensión es el tiempo. “Ah vale, todo encaja”. El tiempo es otra cosa. Pero hoy sabemos por la Teoría de la Relatividad que el tiempo debe ser asimilado a una dimensión espacial. Einstein habla del espacio-tiempo; del tiempo como curvatura del espacio. Por eso, en teoría es posible viajar en el tiempo hacia el pasado. Es como caminar marcha atrás por una superficie, “Así cualquiera”.
Retomando nuestra caja. El cuadrado es un hipercubo de dos dimensiones y el cubo, uno de tres. Puede haber un hipercubo de cualquier número de dimensiones. El de 10 se llama decaracto. Se puede representar, pero es imposible de imaginar. Y el de cuatro, se denomina teseracto. Quizás os suene el nombre, lo podéis ver en la película Interstellar. Si no la habéis visto, corred a verla.
«Pensar fuera de la caja es moverse hacia una nueva dimensión. Tengamos en cuenta que la humanidad ha necesitado más de 20 siglos de geometría para pasar de la tercera dimensión a la cuarta».
Pensar fuera de la caja es moverse hacia una nueva dimensión. Tengamos en cuenta que la humanidad ha necesitado más de 20 siglos de geometría para pasar de la tercera dimensión a la cuarta. Desde Euclides hasta D’Alembert.
Es posible aprender a pensar como un gurú si asimilas los métodos de las fuerzas del pensamiento crítico que te ayudarán a salir de la caja. Una vez fuera, en una nueva dimensión, tu comprensión y perspectiva de la realidad será, primero de todo, solo tuya; y en segundo lugar, diferente de otros. Y ahí empieza un nuevo reto: comunicarse con los otros, con los que piensan diferente. Pero eso, ya lo irás descubriendo, con una buena dosis de tolerancia.
Rais Busom es consultor de empresa y autor de los ensayos Aprende a pensar como un gurú y Filosofía para directivos publicados por LID Editorial.