«¿Cómo liderar bajo criterios de diversidad, equidad, inclusión y pertenencia?», Imma Folch #frentealespejo

Imma Folch #frentealespejo

¿Alguna vez has escuchado las siglas DEIB? Aunque cada vez son más conocidas en el sector laboral, todavía es necesario ampliar su alcance y su aplicación en el día a día de las empresas. DEIB es diversidad, es equidad, es inclusión y es pertenencia (“belonging” en inglés).

Dicho de otro modo, la DEIB consiste en que cada compañía sea capaz de representar la compleja realidad social a pequeña escala (dentro de sus posibilidades) y establecer una cultura basada en la inclusión. El resultado deseado es que las personas se sientan parte de dicha cultura, y por supuesto tenidas en cuenta en cualquier ámbito de la empresa.

Estos criterios ya son una demanda de la sociedad. Según las conclusiones de un estudio reciente de Integral Ad Sciencie, el 90% de la población consumidora en España cree que la diversidad y la inclusión son temas importantes, mientras el 43% ha cambiado sus hábitos de compra para alinearse con estos valores. Esto demuestra que la DEIB, además de un compromiso social, es un valor que mejora la competitividad de la marca y la productividad del equipo.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las empresas con equipos ejecutivos diversos en materia de género tienen un 25% más de posibilidades de superar a sus competidores en términos de productividad, un porcentaje que aumenta hasta el 36% cuando se garantiza la diversidad étnica y cultural.

«Formar equipos de trabajo diversos ayuda a mejorar la toma de decisiones al contar con diferentes puntos de vista, así como a atraer y retener talento potenciando el sentimiento de pertinencia»

Las empresas también tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de normativas que regulan políticas y prácticas relacionadas con el trato justo y la equidad. Esto está a la orden del día. El pasado mes de diciembre, el Consejo de Ministros en España aprobó el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, donde se regula que ningún sexo debe tener una presencia inferior al 40% en los consejos de administración de las sociedades que cotizan en el Ibex 35.

Estas políticas de paridad dejarán de tener sentido cuando se aplique una gestión de la igualdad a todos los niveles de la organización, una educación igualitaria en la sociedad y una amplia visibilidad de referentes en puestos de dirección. Pero, de momento, siguen siendo necesarias para reducir los obstáculos que aún nos encontramos las mujeres para alcanzar los consejos empresariales.

El papel de las personas líderes es eliminar esas piedras en el camino por convicción y compromiso, y no solo por cumplir las normativas. Este respeto hacia la diversidad no se reduce solo a la igualdad de género, sino también a otras dimensiones de la identidad humana como la edad, las capacidades, la orientación sexual, el origen, etcétera. Formar grupos de trabajo y equipos directivos diversos ayuda a mejorar la toma de decisiones al contar con diferentes puntos de vista, pero también a atraer y retener talento potenciando el sentimiento de pertinencia entre la plantilla.

Según una encuesta de Gallup, solo el 10% de las personas trabajadoras en España está comprometido con su empresa, entre otras cosas porque no sienten que el equipo directivo valore su esfuerzo y trabajo.

«Liderar bajo criterios de DEIB significa atender la diversidad, valorar al equipo, acudir a formaciones, colaborar con entidades benéficas o solicitar una certificación»

Mejorar estos índices es relativamente sencillo si las personas líderes se comprometen a escuchar a su plantilla, a entender sus necesidades y, por supuesto, a reconocer los éxitos y el buen hacer de su equipo empleado. Decir “enhorabuena” o “bien hecho” son acciones pequeñas que tienen un impacto enorme y favorecen la inclusión.

Otro método para liderar bajo criterios de DEIB es que los equipos directivos acudan a formaciones sobre liderazgo inclusivo, sesgos inconscientes o comunicación inclusiva para entender mejor estas problemáticas y las estrategias que se pueden poner en marcha. Igual de interesante es dirigir estas clases educativas a la propia plantilla para que comprueben que la atención a sus necesidades y a la diversidad social es una prioridad para su empresa.

Del mismo modo, se puede colaborar o gestionar voluntariados con entidades alineadas a los valores de la marca, así como solicitar una certificación en DEIB y en ODS para establecer objetivos y un plan de acción. Para ello, muchas entidades requieren de consultorías como las que ofrecemos en DEI Channel para recorrer este camino con éxito. Así, demostrando un compromiso real y efectivo, será posible aprovechar las ventajas de reputación y productividad que ofrecen la diversidad, la equidad, la inclusión y la pertenencia en las organizaciones.


Imma Folch, CEO de la consultoría DEI Channel y de la agencia de comunicación LF Channel