Las organizaciones de todo el mundo están viviendo un cambio de cultura sin precedentes. Transformación que las obliga a situar a las personas en el corazón de sus estrategias. En un mercado laboral globalizado como el actual, en el que la ubicación ha perdido relevancia, ofrecer la mejor experiencia posible a los profesionales se ha convertido en un imperativo para atraer y retener al mejor talento.
Pasamos mucho tiempo en el trabajo, por lo que es normal que queramos que todas y cada una de las interacciones que mantenemos con nuestro empleador sean fáciles, satisfactorias y personalizadas. Cuando esto no sucede, nuestra motivación, compromiso, bienestar y productividad bajan irremediablemente y crece nuestro deseo de cambiar. Así, los trabajadores con una experiencia de empleado positiva tienen ocho veces más posibilidades de querer permanecer en la empresa.
En efecto, la experiencia de los empleados es crítica. Y debemos optimizarla desde el mismo proceso de selección hasta la jubilación. Así, afianzaremos nuestra posición en el mercado laboral, y en definitiva, alcanzaremos nuestros objetivos comerciales. Pero, cuidado, lo que se espera de los empleadores ha cambiado mucho en los últimos años: estar a la altura pasa por la digitalización de los procesos, y de ahí que cada vez más organizaciones están acelerando su transición.
«Estar a la altura pasa por la digitalización de los procesos, y de ahí que cada vez más organizaciones están acelerando su transición»
Al hablar de la transformación digital como facilitadora de la experiencia de los empleados, es obligado mencionar una de las principales revoluciones que se ha producido dentro del sector: el cloudcomputing.
Según IBM, la nube pone a nuestro alcance soluciones realmente competitivas, que nos permiten automatizar y simplificar los procesos de gestión de personas, liberando a los profesionales de RRHH de las tareas más simples y repetitivas. Para que puedan centrar su atención en lo que realmente importa, los empleados. Herramientas que, además, podemos ampliar o reducir en función de nuestras necesidades, que son accesibles a través de cualquier dispositivo y que ofrecen la posibilidad de elegir hasta qué punto queremos asumir el control.
Además, según nuestro informe 2020PeopleAnalytics, gracias al cloud computing, las empresas cuentan con cuadros de mandos intuitivos y fácilmente accesibles, que les permiten explotar su principal activo: los datos que generan y procesan. Estos cuadros de mando monitorizan, analizan y gestionan los indicadores clave (KPI) seleccionados por el equipo de recursos humanos por su relevancia para la organización y sus necesidades, posibilitando que esta controle su día a día y el de la plantilla.
Pero también que evalúe el efecto de sus decisiones sobre personas en el rendimiento del negocio; tome decisiones basadas en evidencias y las justifique con datos; monitorice los procesos clave de RRHH y el impacto de las intervenciones que realiza; entienda cuán capaz es de atraer, desarrollar y retener talento; reduzca los costes de rotación; incremente la productividad; identifique brechas de talento o garantice la seguridad de los trabajadores, entre otros beneficios.
«Motivación y compromiso son sinónimos de productividad. Y las empresas son muy conscientes del papel que juega la experiencia de empleado en sus resultados»
Dos de los pilares clave de tales soluciones son la diversidad a nivel de funcionalidad, y sobre todo, la inclusión de elementos integradores que faciliten la conexión de las diferentes soluciones empresariales que intervienen en los procesos de gestión de personas y en la interacción entre los trabajadores y la organización. Combinándolas, los empleados disfrutarán de una experiencia fluida y personalizada a lo largo de todo su viaje profesional.
Motivación y compromiso son sinónimos de productividad. Por eso las empresas son muy conscientes del papel que juega la experiencia de empleado en los resultados de su negocio. Y cada vez son más las que buscan soluciones que les ayuden a optimizarla. Sin embargo, es importante que sepan que el elemento tecnológico no es el principal.
Estamos hablando de afrontar una transición, y hacerlo con éxito pasa por instaurar una cultura de adaptación al cambio en toda la organización; y por diseñar una estrategia sólida alineada con los objetivos estratégicos. Y he de decir que, en este sentido, sigue habiendo un gran margen de mejora.
Álvaro Santaella es Business Development Director de Alight Solutions.