El cuidado y el bienestar personal han dejado de ser una preocupación para pasar a convertirse en una tendencia creciente; no sólo a nivel social, sino también en el sector turístico.
Antes de meternos en materia, es necesario diferenciar entre dos términos que, a menudo, se confunden. Como son wellness y wellbeing. El wellness es un término que en inglés tiene dos significados: bienestar y salud. Hace referencia al estado físico personal, al bienestar entendido desde un punto de vista corporal con la alimentación, la actividad física y el descanso como pilares fundamentales.
En tanto que wellbeing es un concepto más amplio de bienestar que, junto al aspecto físico, incluye la parte psicológica o emocional.
Desde hace años, existen numerosos establecimientos que están especializados en ambos conceptos y que han desarrollado una serie de servicios para mejorar el bienestar personal. Desde la conocida Buchinger Wilhelmi de Marbella, especializada en la alimentación, hasta el Lanserhof Resort, que aborda el bienestar desde una propuesta más holística.
Por otro lado, la preocupación por una alimentación sana ha transformado la oferta gastronómica de hoteles, restaurantes y servicios de catering, que han incorporado productos biológicos, vegetarianos, veganos o sin gluten en su oferta gastronómica para satisfacer la demanda de sus clientes.
«La preocupación por una alimentación sana ha transformado la oferta gastronómica de hoteles, restaurantes y servicios de catering, que han incorporado productos biológicos, vegetarianos, veganos o sin gluten para satisfacer la demanda de sus clientes».
Algo similar ocurre con la actividad física, vinculada de forma estrecha al sentimiento de bienestar de las personas y un aliado imprescindible para mejorar la calidad de vida en todas las etapas vitales. La proliferación de gimnasios y el incremento de la oferta de actividades deportivas en ciudades, establecimientos hoteleros y espacios públicos como playas son una muestra de la importancia que se le da a hacer deporte incluso en períodos de descanso, como las vacaciones o durante los viajes de trabajo.
A todo ello se suma ahora una tendencia incipiente que afecta a uno de los aspectos más olvidados en la experiencia de viaje y que identifica la cadena de hoteles Hilton en su último informe: el sueño, entendido como acción de dormir y que influye de forma relevante en el bienestar físico y mental de las personas. La buena noticia es que no se requiere de una especialización concreta para ofrecer un sueño reparador al cliente del establecimiento.
Este fenómeno se ha visto alentado por la irrupción de aplicaciones de móviles, relojes y pulseras inteligentes en nuestras vidas. Gracias a ellas, el ciudadano de a pie es capaz de monitorizar la calidad de su sueño que, a su vez está relacionada con la alimentación, la actividad física y la salud mental.
¿Y qué están haciendo los hoteles para abordar la creciente preocupación por el sueño de sus huéspedes? Algunos han decidido apostar por ofrecer experiencias de sueño reparador en sus establecimientos, como una estrategia de posicionamiento en el mercado y elemento diferenciador con respecto a sus competidores. Lo consiguen prestando atención a la temperatura y ventilación de las habitaciones, que cuentan con un buen nivel de oscuridad y aislamiento del ruido.
«Dormir bien es una cuestión que los clientes de hoteles, resorts, hostales, apartamentos turísticos, urbanos o vacaciones, en viaje de negocios o de placer, valoran cada vez más y tienen en cuenta a la hora de reservar su alojamiento».
La calidad del colchón y la almohada son fundamentales en esta ecuación. Así, cadenas de hoteles como Marriott ofrecen a sus clientes la posibilidad de comprar los colchones y somieres con los que amueblan sus habitaciones. Los hoteles Barceló ponen a disposición de sus huéspedes una carta de almohadas para que escojan la que mejor se adecúe a su forma de dormir y características físicas. Bryte, Simba o Stearns & Foster son otras de las empresas que desarrollan productos y tecnologías específicas para mejorar el descanso.
Dormir bien es un lujo que muchos no se pueden permitir. Es una cuestión que los clientes de hoteles, resorts, hostales, apartamentos turísticos, urbanos o vacaciones, en viaje de negocios o de placer, valoran cada vez más y tienen en cuenta a la hora de reservar su alojamiento. Por eso, la experiencia de un sueño reparador será un factor cada vez más importante en la toma de decisiones del sector turístico.
Fabián González es experto en lujo y fundador de Forward Travel.