«Pon tu elefante a bailar», Alejandro De Zunzunegui #frentealespejo

Alejandro De Zunzunegui #frentealespejo

Hace ya bastante tiempo que me pasa… Ya sea trabajando con un cliente, dando una charla a empresarios, tomando un café con algún directivo o en una cena con amigos. La misma pregunta de siempre. «¿Zunzu, tú sabes de agile?». «Humildemente, creo que algo sé» suele ser mi socorrida respuesta. «Pues entonces explícame cómo puede mi compañía, que es grande, sólida y poderosa, como un elefante, adoptar esas metodologías y para qué me van a servir».

Y acepto el reto. A sabiendas de que lo es, porque en la mayoría de las ocasiones esa petición me parece un “ataque defensivo”, que espera poder consolidar la decisión que se ha tomado de no trabajar bajo un modelo de gestión por proyectos, y mucho menos en agile.

Y les respondo: «Te van a servir para crecer, para poder diferenciarte de la competencia y además para poder ampliar de manera eficiente las actuales orillas de tu negocio». Y no es una respuesta académica. Responde a la realidad que he tenido la suerte de poder experimentar.

¿Y cómo conseguirlo? Sólo hay que perseguir el concepto agile, por muy grande que sea la compañía. Y la verdad es que no lo veo excesivamente complicado; no es un proceso tan largo, ni un objetivo tan caro. Simplemente debes cambiar la manera de hacer las cosas y organizarte adecuadamente alrededor de esa nueva manera de hacer las cosas.

«Convertirse en una empresa más agile no es un proceso tan largo, ni un objetivo tan caro. Pasa simplemente por cambiar la forma de hacer las cosas y organizarse adecuadamente alrededor de esa nueva manera de hacerlas».

«Ya bueno, si nosotros ya hacemos las cosas deprisa y además no nos va mal con cómo lo hacemos». El pensamiento detrás de esta afirmación es tan equivocado como peligroso. Al menos desde mi punto de vista. Me explico.

Es equivocado, porque hacer las cosas deprisa nada tiene que ver con ser agile, aunque sí pudiera parecer que un poco más con la agilidad. Porque podemos hacer las cosas deprisa y mal, o sin al menos generar el suficiente valor a nuestros clientes y usuarios. Y ahí está el secreto: implementar el sistema agile, para poder ser capaces de conseguir la entrega continua de muchísimo valor en ciclos muy cortos.

Y es un pensamiento peligroso porque por mi experiencia me atrevo a decir que el modelo de negocio se agotará, agonizará y morirá por su incapacidad de satisfacer las exigencias de usuarios y clientes en el ecosistema digital. Exigencias que son diferentes y que se satisfacen de distinta manera a como se venía haciendo hasta ahora.

«¿Estoy entonces abocado a una muerte segura ante el ataque de las startup?». «Ni mucho menos», les repito constantemente, «pero tienes que poner a tu elefante a bailar».

«Las empresas que se han vuelto agile han dejado de justificar su lentitud y sus defectos por su tamaño, y se han puesto a correr. Y mucho ojo cuando un elefante se pone a correr».

Ahí está para mí el secreto del éxito de muchas organizaciones grandes hoy en día. Han puesto a sus elefantes a entrenar: están insistiendo en la formación de equipos ágiles, han adoptado una nueva mentalidad –agile no es otra cosa que una mentalidad diferente, mucho más allá de ser una simple caja de herramientas– han agilizado sus estructuras, trabajan de manera distinta, y se centran en conseguir la efectiva entrega de valor a sus clientes y usuarios de manera iterativa y repetitiva.

Han dejado de justificar su lentitud y sus defectos por su tamaño, y se han puesto a correr. Y cuando un elefante se pone a correr… ojito. Muy pocos competidores lograrán hacerlo de la manera y con la potencia que ellos han conseguido desplegar. Estamos ante organizaciones a las que empezamos a ver como imparables, invencibles.

Por eso precisamente las metodologías ágiles están de moda, y por eso, para mí, no dejarán de estarlo. Son la mejor manera de enseñar a un elefante a bailar, y de mantenerlo en la pista no importa quien sea el DJ o cual la canción que suene.


Alejandro De Zunzunegui es CEO de Ninety Days y autor de Gestión de proyectos en agile (LID Editorial).