El fenómeno de las redes sociales ya ha superado la década de vida, y en el ámbito empresarial cada vez son menos las marcas que aún no tienen presencia en alguna de ellas con un perfil oficial.
Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido y de la cotidianeidad alcanzada por cualquiera de las redes sociales, aún es habitual encontrar empresas que –bien por desconocimiento o por falta de interés– no realizan una gestión correcta de esta presencia.
A continuación, detallamos los fallos más comunes que cometen las compañías en Facebook:
Dar de alta una marca con un perfil personal, en lugar de mediante una página de empresa.
Posiblemente sea el error más extendido de todos. Esto no sólo es perjudicial en cuanto a la imagen de dejadez que provoca en el visitante: durante los últimos años, Facebook ha potenciado enormemente las herramientas disponibles para las compañías –no en vano su principal fuente de ingresos es la publicidad que realizan–, a las que sólo se puede tener acceso mediante estas páginas de empresa.
Por ejemplo, conseguir que la página se difunda a personas interesadas en nuestro sector y aparecer en los resultados de búsqueda de comercios (en el caso de tiendas físicas), crear un catálogo de productos, ofrecer cupones de descuento…
A diferencia de los perfiles personales, asociados a un teléfono o dirección de correo, las páginas de empresa pueden ser gestionadas por múltiples personas, cada una desde su perfil personal.
Es muy sencillo crear una de estas páginas, basta con acudir al enlace ‘Página’ en la sección ‘CREAR’ de la página de inicio de la plataforma.
No responder a un comentario, aunque sea negativo.
Si alguien se toma la molestia de dedicar unos minutos a escribir un comentario en nuestra página, parece razonable hacer lo propio y dar una contestación. Aunque dependerá de cada cual el tono y elegancia de la respuesta.
@calisixd los abes los konstrulle el hestado, renfe solo pone trenes en la bia, rekuer2 a tu hamijo ;-))
— Renfe (@Renfe) 24 de abril de 2014
No hacerlo indica una falta de preocupación por lo que se diga de nosotros, o que no atendemos nuestro propio perfil. Como excepción, siempre puede haber comentarios, como los mensajes de spam, que pueden incluso denunciarse.
Una buena alternativa a ciertos comentarios es continuar la conversación mediante la mensajería privada, dejando, eso sí, una respuesta visible en la ubicación original.
En el panel de ‘Notificaciones’ de una página aparecerán, categorizadas, todas las posibles actividades que requieran nuestra atención.
No indicar datos de contacto, o que los que aparezcan estén desactualizados.
Resulta una forma perfecta de perder potenciales clientes. La sección de ‘Información’ de una página permite a su administrador editar múltiples datos de forma sencilla, incluido el sector de la misma, para poder aparecer en los resultados de búsqueda.
No agregar publicaciones de forma periódica.
Estar presentes en una red social sólo tiene sentido para comunicar –dar a conocer lo que somos y lo que hacemos a nuestros clientes e interactuar con otros miembros–, por lo que tener un perfil en blanco o, peor aún, con una entrada de hace años, resulta contraproducente.
Desde el primer momento hay que ser conscientes del compromiso y dedicación que se puede tener con las redes sociales. Subir una foto desenfocada o pegar de vez en cuando el enlace a una web, no es la manera de tener un buen perfil. En el caso de Facebook, es preferible no hacer algo que hacerlo mal.
Enfocar la página a la venta.
Si lo único que compartimos es información sobre nuestros productos o servicios, de forma constante, y exactamente igual que como pueda aparecer en la página web, no conseguiremos generar ningún interés por nuestras publicaciones.
Al contrario, Facebook es un canal perfecto para conocer de primera mano la opinión de los clientes, con múltiples herramientas para lograr un engagement o implicación por la marca muy difícil –y caro– de conseguir mediante otras vías.
Por fortuna, tanto la profesionalización de la gestión de las redes sociales –representada por la figura del comunity manager– como el asentamiento de las mismas en el ámbito personal, están logrando que estos errores sean cada vez menos frecuentes.
Si quieres más consejos sobre tu presencia en Facebook (u otras redes sociales), puedes consultar con los profesionales de Comfix.