«Sabría si Pinocho miente, aunque no le creciese la nariz», Juan Ángel Anta #frentealespejo

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Gepetto, el padre de Pinocho, fue un hombre afortunado. ¿Adivinas por qué? Tuvo la suerte de que a su hijo le creciera la nariz cuando mentía; que es la mejor forma de detectar a quien no dice la verdad.

Porque lo cierto es que a las personas no les crece la nariz cuando mienten, ni tampoco cuando están diciendo la verdad. O cuando les llama la atención una oferta. Ni siquiera cuando están en una entrevista de trabajo y exageran cuál es su nivel de inglés…

¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que valorar a las personas, a la hora de elegir a la más adecuada para un puesto de trabajo, no es fácil. Que entrevistar a adolescentes, e intentar detectar si han cometido algún delito, resulta complicado. Que tomar declaración a una supuesta víctima, o a su supuesto agresor, y saber si su relato es veraz o no, presenta el hándicap de que no hay un indicio en su comportamiento que nos ayude a determinarlo, como en el caso de Pinocho. ¿O sí que lo hay?

Dirijo una pequeña empresa llamada Detecta, en la que estamos especializados en realizar entrevistas perceptivas. Os preguntaréis ¿qué es eso? Pues bien, se trata de una técnica que combina el análisis de la comunicación no verbal con la verbal, y la identificación del engaño.

De tal forma que podemos detectar, por un lado, emociones y/o actitudes de las personas. Lo cual puede ser de gran utilidad en la selección de personal, para saber si las actitudes del candidato (no sólo sus calificaciones y formación) son idóneas para el puesto de trabajo.

«Existe una técnica que combina el análisis de la comunicación no verbal con la verbal, para identificar el engaño»

Pero también en departamentos comerciales y de atención al cliente, para que los trabajadores de dichas áreas identifiquen emociones favorables o desfavorables hacia los productos/servicios que ofrecen, y consigan de ese modo una mejor relación con sus clientes.

Están también los equipos de dirección, que desean identificar emociones/actitudes que pudiesen dificultar una negociación, e incluso averiguar si hay algún asomo de ocultación de información relevante.

En el ámbito psico-socio-educativo, nuestra utilidad radica en poder identificar tendencias emocionales y actitudinales en pacientes –menores acogidos por las instituciones o alumnos sin más–, con el fin de prever y prevenir conflictos o situaciones de acoso o maltrato, entre otros. E incluso esta formación es importante para poder intervenir de una forma más adecuada en dichas situaciones.

Por otro lado, también detectamos indicios de engaño y/o veracidad en los discursos. Lo cual, junto con la formación en comunicación verbo-corporal, es de gran interés y utilidad en el ámbito judicial. Basta pensar en jueces, fiscales o abogados, que al poseer la formación necesaria en comunicación no verbal y detección de engaño, podrían identificar ciertos indicios orales y/o corporales que les ayudasen a discernir si una personas está ocultando información o no.

«Es muy útil para detectar e identificar posibles actitudes problemáticas e intervenir lo antes posible»

Desde luego, la realización de pruebas periciales de credibilidad de testigos, víctimas y/o agresores es uno de los trabajos que más nos solicitan. Y en los centros penitenciarios y de justicia juvenil, para que los trabajadores puedan detectar e identificar posibles actitudes problemáticas e intervenir lo antes posible, minimizando riesgos y situaciones de crisis.

Finalmente, en el ámbito policial y de seguridad, para que los profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad identifiquen tendencias emocionales/actitudinales conflictivas. Y para que en los interrogatorios/entrevistas puedan percibir si el entrevistado les está diciendo la verdad o les está ocultando información. Lo cual es verdaderamente relevante para las tomas de declaraciones, las investigaciones y los servicios de inteligencia.

Juan Ángel Anta es director gerente de Detecta.