Que el sector automovilístico tiene ante sí grandes retos es una realidad. Son desafíos que ya están aquí y que precisan, debido a su envergadura y alcance, una solución coordinada, contundente y urgente. Y estoy convencido de que el renting tiene mucho que aportar al respecto.
La movilidad sostenible es sin duda uno de los principales retos. En este sentido, se han aprobado leyes –como las de la movilidad sostenible o del cambio climático– encaminadas a sentar las bases de ciudades más respetuosas con el medioambiente. Y de hecho, nos estamos empezando a familiarizar con términos como las ZBE (zonas de bajas emisiones) que ya son obligatorias en las poblaciones de más de 50.000 habitantes.
¿Todo esto significa que la movilidad sostenible es una realidad o está cerca de serlo? Lamentablemente no. De hecho, actualmente existen casi 10 millones de vehículos que no pueden acceder a los distintivos medioambientales de la DGT por ser altamente contaminantes. Por tanto, tampoco podrán circular por el centro de las ciudades.
Precisamente, relacionado con esto, llegamos a otro gran desafío: la edad del parque automovilístico actual. De media, tiene 14 años, según datos del informe anual de ANFAC, la patronal de los fabricantes. Ese envejecimiento repercute directamente en la seguridad vial y conlleva un grave impacto medioambiental.
«Nuestro parque automovilístico actual tiene una media de edad de 14 años; un envejecimiento que repercute directamente en la seguridad vial y conlleva un grave impacto medioambiental».
A todo esto habría que añadir el aumento del precio de los coches, una realidad que nos acompañó durante 2022 y que lo seguirá haciendo este año. ¿Cuáles son los motivos? En primer lugar, la situación económica y política a nivel mundial. Asimismo, la escasez de materiales y componentes; las producciones más pequeñas (lo que ha hecho que se vendan íntegramente y que no haya lugar a descuentos); o el elevado coste de implementar las nuevas tecnologías anticontaminación. Todas estas cuestiones han impactado de lleno en la venta de coches. Y es que el precio medio de los vehículos ha aumentado un 40% en los últimos cinco años.
Llegados a este punto, dejadme que os explique cómo puede convertirse el renting en un actor clave para dar esa respuesta coordinada, contundente y urgente a estos problemas. El renting hace accesibles y asequibles los modelos de bajas emisiones. Es decir, cualquier usuario puede tener acceso a vehículos de última generación.
Además, está claro que esta fórmula es una excelente opción para modernizar la flota de coches de una manera más ágil y rápida. A esto hay que añadir que los vehículos de renting tienen que cumplir con un programa de revisiones y un mantenimiento muy estricto. Esto garantiza que los vehículos que circulan matriculados bajo esta modalidad de alquiler están en perfectas condiciones.
«El renting aporta una gran ventaja: pagar una cuota fija al mes por tener un todo incluido. Lo que responde a la creciente demanda de optar por modelos de alquiler frente a los de compra».
Y frente al aumento del precio de los coches, el renting aporta una gran ventaja: pagar una cuota fija al mes por tener un todo incluido. Algo que sin duda responde a la creciente demanda de los usuarios de optar por modelos de alquiler frente a los de compra.
Lo que está claro es que las reglas del juego han cambiado y lo siguen haciendo. Y un sector como el automovilístico, que representa en torno al 10% del PIB nacional y tiene tanto peso en nuestro día a día, necesita la colaboración y el conocimiento de todos los agentes que pueden influir de manera decisiva en su futuro. Por eso, en esta partida necesita a grandes aliados que aporten soluciones, como es el caso del renting.
Ángel Sánchez es socio director de Linkerdrive.