Siempre me ha fascinado cómo las personas marcan la diferencia en las organizaciones. Algo que experimenté cuando entré a formar parte de Multianau. Desde ese momento me encontré con algo más que un equipo de trabajo, sino con una verdadera red de profesionales que se apoyan mutuamente, que colaboran sin reservas y que, sobre todo, comparten un objetivo común.
Este ambiente de camaradería, donde cada pequeño gesto cuenta, no solo facilita el día a día, sino que se proyecta en la calidad de nuestros servicios. Es un sentimiento que me hace pensar que estamos todos remando en la misma dirección.
Y es que, desde 1999, Multianau ha ido tejiendo una historia que va más allá de la mera prestación de servicios. Lo que empezó como una pequeña empresa familiar, hoy se ha convertido en una organización con más de 3.000 colaboradores, donde los valores humanos y el compromiso profesional siguen siendo el núcleo de su identidad.
«El ambiente de camaradería, donde cada pequeño gesto cuenta, no solo facilita el día a día, sino que se proyecta en la calidad de nuestros servicios».
Mi incorporación a esta gran familia no fue casual; fue el resultado de un flechazo con la cultura de empresa que se respira en cada rincón de la organización.
La otra cara de esta experiencia ha sido la apuesta decidida de la empresa por la profesionalidad y la calidad. En Multianau, la supervisión y el aseguramiento del cumplimiento de nuestros servicios no son solo palabras bonitas; son el eje sobre el que se sustenta todo lo que hacemos.
Desde la implementación de innovaciones tecnológicas hasta el cuidado del medio ambiente, pasando por la formación continua de nuestros equipos, cada decisión está orientada a superar las expectativas de nuestros clientes. Este año, por ejemplo, hemos impartido más de 100 formaciones, asegurándonos de que cada colaborador esté preparado para ofrecer lo mejor de sí mismo.
Y, aunque los números son importantes, lo que realmente diferencia a nuestra marca es su capacidad para mantener la esencia de sus orígenes mientras compite en el mercado con la solvencia de una gran multinacional. Seguimos siendo una empresa familiar, pero con la infraestructura y la proyección de una compañía de alcance nacional.
«Seguimos siendo una empresa familiar, pero con la infraestructura y la proyección de una compañía de alcance nacional».
En mi experiencia, muy pocas empresas de nuestro sector pueden presumir de contar con una división propia de higiene ambiental o de un departamento de logística que gestiona la distribución de materiales desde cinco naves industriales ubicadas estratégicamente. Estos detalles, que podrían parecer anecdóticos, son los que nos permiten marcar la diferencia en términos de productividad y eficiencia.
En un mundo cada vez más globalizado y despersonalizado, he encontrado en Multianau un espacio donde se valora el esfuerzo individual y colectivo. Aquí, cada paso que damos está respaldado por 25 años de experiencia y una filosofía que no se ha desviado de sus raíces. Por eso, entrar a formar parte de esta gran familia ha sido, sin duda, una de las decisiones más gratificantes de mi carrera profesional.
Daniel Marcos Pérez es director comercial y de Marketing de Multianau.