AR-14 incorpora un sistema seguro para medir la temperatura corporal a distancia

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El brote de coronavirus (COVID-19) que vivimos se caracteriza por una transmisión de persona a persona en la que el riesgo de infección depende de la exposición. Así, los contactos cercanos con las personas infectadas tienen un peligro mayor de exposición; es el caso, por ejemplo, de los profesionales sanitarios.

Por esta razón, los sistemas de detección resultan necesarios, y los hemos visto en los controles de temperatura corporal que se realizan mediante termómetros láser. Pero este método no es el ideal, dada su baja eficiencia y ese riesgo de contagio que supone el no poder respetar la distancia de alejamiento. Por suerte, desde AR-14 ofrecen ahora un sistema con más garantías, como son las cámaras térmicas, con las que se puede realizar una medición instantánea de hasta 30 personas simultáneamente y desde una distancia segura.

Esto lo convierte en la solución ideal para identificar los perfiles en riesgo, ya que el virus se ha relacionado con síntomas de fiebre, y para posibilitar la protección de la salud pública.

En particular, este sistema se compone de dos elementos: la propia cámara térmica, especialmente diseñada para medir temperaturas corporales, y el dispositivo BlackBody, un componente que proporciona una referencia de temperatura constante y precisa.

Como explican los expertos de AR-14, ambos han sido diseñados por Dahua, un fabricante de confianza, como lo demuestra el que sus sistemas se hayan empleado durante esta crisis en el metro de Pekín, la estación de trenes de Shanghái o el recinto Ifema de Madrid, además de más de 10.000 instalaciones realizadas en todo el mundo. No en vano, su precisión en la medición de temperatura llega a los 0,3 grados, y cuenta con todos los certificados CE.

Una característica adicional es un método exclusivo de reconocimiento facial que se encuentra entre los más avanzados del mundo, y mediante el que se puede asociar la medición de la temperatura con la cara, permitiendo realizar un seguimiento posterior, así como con los datos demográficos habituales. Además, es capaz de detectar las personas que no están usando una mascarilla de protección, y de evitar falsas alarmas al distinguir, por ejemplo, si la persona lleva un objeto caliente, como una taza de café.

Su instalación es relativamente sencilla, pero para conseguir una medición precisa, el escenario y entorno donde haya que realizarla ha de valorarse in situ. Por esta razón, contar con un soporte experto y especializado tanto a la hora de elegir un esquema de montaje, para determinar las necesidades reales, como durante la instalación de los elementos y su puesta en marcha es igualmente necesario.

Entre las posibles instalaciones, en función de esas necesidades, se encuentran desde un montaje básico, que permite la visualización en tiempo real de las temperaturas medidas a través de la interfaz web de la cámara, hasta uno de medición multipunto y un tercero de medición punto/multipunto, con almacenamiento de imágenes y metadatos (lo que permitiría, por ejemplo, detectar la presencia de mascarillas), tanto en red local como remotamente.