Medio millón de autónomos y pymes han recurrido ya a créditos rápidos

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Más de 500.000 autónomos y pymes españoles han recurrido a créditos rápidos. ¿El motivo? La falta de liquidez tras la crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta del peligro de algunos de estos préstamos por sus intereses abusivos. Parece que la crisis sanitaria deja un nuevo perfil de deudor.
Los autónomos y pymes se han visto obligados a buscar nuevas vías de financiación para solventar los problemas de liquidez que ha ocasionado la crisis económica derivada de la Covid-19. Y para evitar situaciones en las que no les hubiera quedado otro remedio que atrasar los pagos pendientes con sus proveedores o, incluso, no poder cumplir con lo acordado.

En esta nueva crisis, son muchos los pequeños negocios y empresas que se han lanzado a pedir créditos con los que hacer frente a sus facturas. «Tanto es así, que en la actualidad, actualmente más de 500.000 autónomos y pymes están pidiendo préstamos para solventar sus problemas de liquidez», ha explicado a los medios Manuel Urquizar, director general de la empresa especializada en la localización de deudores y cobros Incofisa.

Como consecuencia de la falta de ingresos, casi el 70% de los autónomos y micropymes está retrasando el abono de alguna de sus facturas. Por ejemplo, hasta el pasado mes de febrero, los datos de la tasa de impagos que tenían las entidades bancarias, se encontraba entre el 3% y el 6%, pero ahora ésta se encuentra por encima del 12%. «Siendo los principales actores de esta deuda los autónomos y pequeñas empresas», ha añadido Urquizar.

Por ese motivo, la cifra de trabajadores que están solicitando créditos es ciertamente desorbitada, dado que los autónomos responden con su patrimonio presente y futuro de sus deudas, y los último que desean es no poder hacer frente a sus facturas.

Los intereses en los créditos rápidos

La economía de las familias se está viendo sepultada por los estragos del parón en la economía durante los meses de Estado de Alarma. La consecuencia en muchos casos está siendo la solicitud de créditos rápidos con el fin de conseguir dinero de forma inmediata.

Los autónomos y pymes acuden a la financiación mediante créditos sin, a veces, prestar mucha atención a los requisitos necesarios para devolver ese dinero o, en muchísimos caso, acuciados por la necesidad de hacer frente a un pago urgente. La OCU alerta del peligro que tienen estos crédito, «pensados para personas que se encuentran en una situación de apuro económico». Durante la pandemia se han visto incrementadas las búsquedas de este tipo de créditos ante el desamparo que han sentido muchos negocios que no podían salir adelante. Sin embargo, «recurrir a ellos únicamente agravará el problema en mayor medida», aseguran en la organización.

Una de las premisas que más en cuenta hay que tener a la hora de pedir un crédito es el tipo de interés al que está sujeto. La normativa europea en materia de protección del consumidor (artículo 93/13), cita explícitamente que cualquier préstamo por encima de 2,5 veces el valor del dinero es abusivo y puede considerarse nulo.

Esta normativa adaptada en caso práctico actual viene a decir que  si el valor del dinero se encuentra a día de hoy, en torno a un 3%, «cualquier préstamo con un interés superior al 7,5% debería considerarse nulo, siguiendo la legislación europea. Esto es porque, 2,5 veces el valor del dinero que en la actualidad es un 3%, el resultado es 7,5%», explica el asesor financiero Javier López.

Un interés de hasta el 360%

De cara a formalizar cualquier operación bancaria, es indispensable fijarse en el tipo de interés y que cumpla la normativa europea. La Ley de Consumidores y Usuarios ampara siempre a la persona que haya pedido un crédito, en caso de que interés de éste sea abusivo o no se rija por Europa. «A partir de esa premisa se impugnaría el interés, hasta quedarse en un 0%», añade el abogado.

La Organización de Consumidores y Usuarios asegura que, a pesar de que el fenómeno de créditos rápidos es muy reciente, ha suscitado el interés de muchas familias. La falta de un ‘colchón’ con el que aguantar las malas rachas y afrontar los pagos mientras no se está obteniendo ningún tipo beneficio, ha hecho que gran parte de los autónomos se han lancen a ellos sin ser realmente conscientes de lo que pueden suponer para su economía.


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En los tres últimos meses se han sucedido una cantidad ingente de anuncios publicitarios en los que se presupone lo fácil que es obtener dinero de forma inmediata. Entidades especializadas en créditos rápidos con intereses de hasta un 360% que no son otra cosa que «un claro instrumento que provoca el sobreendeudamiento», denuncia la OCU.

En su último estudio, la organización alertó de la importancia de revisar con antelación el tipo de interés al que se acoge el crédito que vaya a pedirse. Estas entidades ofrecen grandes cantidades de dinero que pueden llegar a cegar a los autónomos y pymes, al verse ahogados de gastos a los que tienen que hacer frente. «Estos tipos de créditos rápidos son muy peligrosos para los consumidores», concluye la OCU.

Un nuevo perfil de deudor

El paso de la crisis sanitaria por nuestro país trae consigo muchos cambios en la sociedad. Entre ellos, un nuevo tipo de deudor se abre paso tras la pandemia de la Covid-19. Si bien antes de la pandemia, el clásico deudor era aquel que entraba y salía de la lista morosidad con cierta predisposición, ahora los actores en ese escenario han cambiado totalmente.

Desde el pasado mes de marzo, con el inicio del Estado de Alarma, muchos negocios frenaron en seco su actividad y, por tanto, sus ingresos. Personas que siempre habían podido hacer frente a todas sus facturas y obligaciones para con sus pagos, son ahora los más afectados por esta crisis que, en muchos casos, ha arruinado su economía.

«Las personas que siempre se habían responsabilizado de todos sus pagos y han sido fieles a sus compromisos bancarios y administrativos, empiezan a tener serios problemas de liquidez y se ven en la situación de no poder abarcarlos», explica Manuel Urquizar, director general de Incofisa.

Es por ello que, Urquizar, ve de vital importancia analizar este nuevo perfil de deudor, y buscar ayudas que se adapten a su nueva situación económica. «Van a salir muchas nuevas personalidades al mercado tras esta crisis, y es indispensable analizarlas para ver en qué aspectos y cuál es la mejor forma de ayudarles», concluye el directivo.