Dalyma demuestra la importancia de la formación continua

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Por supuesto, la educación nace en casa. Y esa forma particular de ver y afrontar cada situación de la vida se desarrollan gracias a la formación que recibimos de nuestros padres. De la misma manera que las costumbres, valores y prioridades que le dan sentido a la existencia, una vez nos hacemos mayores. Pues bien, Dalyma insiste en la automotivación para crecer personal y profesionalmente no solo con los principios y valores de casa, sino para mantener siempre vivo el afán por formarse y mejorar constantemente.

«A nadie se le escapa que el perfil profesional ha de estar siempre estar acompañado del laboral», señala David Méndez, director de la empresa de formación Dalyma. «Y es que nadie debería instruirse simplemente para lograr un trabajo que cubra sus necesidades económicas, sino con el fin último de encontrar un proyecto de vida que realmente le haga feliz y le permita dar sentido a su vida».

Porque al final uno aprende que el trabajo, en cualquier oficio, es importante mientras existe o se permanece en él. Pero si uno se mantiene formado profesionalmente hablando, el día que por la circunstancia que sea supriman el puesto trabajo en el que se encuentra o decide por sí mismo llegado el momento de cambiar de aires podrá abrir más puertas profesionales gracias a lo aprendido y a la experiencia acumulada.

Formación sí, pero mejor continua

«De modo que, con independencia de la labor que se quiera desempeñar, es importante tener una formación profesional, e ir avanzando de nivel y actualizándose cotidianamente sobre el oficio o profesión», continúa David Méndez. «Porque eso, no solo ayuda a descubrir el camino que se debe abordar laboralmente, sino que llena de motivación y sueños».

Los hábitos de formación deben crearse desde casa, bajo un ambiente de estudio que te motive a ser mejor persona. Cuando una persona tiene una formación profesional tiene más oportunidades para acceder a un trabajo, y estará en constante aprendizaje.


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Nos encontramos en una cultura en constante cambio, que requiere de gente con mucha agilidad y flexibilidad. Con ganas de aprender todo el tiempo. Una cultura que exige un aprendizaje rápido y cambiante: lo que hoy es blanco, mañana será blanco junto con negro, y a través de robots. La digitalización y la tecnología han hecho del trabajo algo dinámico que exige una formación constante.

Nunca es tarde

«Tampoco importa la edad que se tenga, ni el puesto laboral que se ocupe, la situación personal de uno o cuántos cursos de formación haya hecho. Todos somos válidos para formarnos en lo que creamos que nos compete, y además, teniendo en cuenta el mundo en que vivimos, es difícil que lleguemos a conocer todo lo que nos gustaría de una sola vez», concluye el director de la empresa de formación Dalyma.

Entonces, ¿qué impulsa a tomar parte de ese segundo, tercero o cuarto curso de formación que uno se está planteando?

  • Crecimiento personal.
  • Mejora de la carrera profesional.
  • Superación constante de retos.
  • Conocimiento de las últimas novedades de determinado sector.
  • Posibilidad de transmisión de información si fuese y a quien fuese necesario.
  • Sentimiento de ser mejor, de autosuperarse.

Por estos, y algunos otros motivos, nos lanzarnos una y otra vez a volver a estudiar, sin importar la edad o la situación personal.

Dalyma se centra especialmente en ofrecer una amplia gama de cursos “empaquetados” que se ajustan a los requerimientos necesarios para cumplir con las bases de la formación bonificada, de cursos subvencionados y de la formación gratuita para autónomos y desempleados.


Para cualquier información sobre cursos, recuerda que puedes contactar con ellos a través de la página web www.grupodalyma.es, en el correo info@dalymaformacion.com o en el teléfono 987 031 235.