«Proteger a tus empleados de la Covid-19 depende ti», Javier Gregori #frentealespejo

Javier Gregori #frentealespejo

La Covid-19 ha modificado nuestras vidas a todos los niveles, incluido el laboral. Esto ha provocado que a menudo nos sintamos incómodos en un lugar donde es imprescindible que estemos a gusto: nuestro trabajo.

Compartir un mismo espacio laboral puede resultar perturbador para algunas personas que se sienten inseguras en el actual panorama sanitario. Sin embargo, los centros de trabajo no tienen por qué ser focos de infección; ya que, si se toman las medidas de seguridad adecuadas, pueden ser lugares muy seguros.

La salud de los empleados depende, en gran medida, de las decisiones que tomen las propias empresas. Estas han de establecer unas normas de obligado cumplimiento para todos los miembros de la compañía. La más importante es el uso de la mascarilla, pues, a pesar de que la crisis sanitaria cada vez está más controlada, su uso aún es obligatorio cuando los trabajadores se muevan por zonas comunes.

Ahora bien, no sirve de nada usarla si no lo hacemos de la manera correcta. ¿Cuántas veces vemos gente con la mascarilla bajada, colocada por debajo de la nariz o que la reutiliza, siendo esta de un solo uso? La respuesta es clara: muchas.

«¿Cuántas veces vemos gente con la mascarilla bajada, colocada por debajo de la nariz o que la reutiliza cuando en realidad es de un solo uso?»

Eso puede deberse a que, a medida que pasa el tiempo de pandemia, el cansancio y la relajación de las medidas de seguridad se acentúan; por eso es muy recomendable insistir en ellas, y hacer especial hincapié en que los empleados lleven mascarillas cómodas y de tallas adecuadas.

Por ello, y para evitar posibles contagios, las compañías deben informar correctamente de los peligros a través de los especialistas en prevención de riesgos laborales. Y proponer medidas que fomenten el buen uso de estas, concienciando a sus empleados de que hay que velar por el bien común.

Entre las pautas más recomendadas para lograr un ambiente de trabajo sano y limpio de virus yo destacaría la de asignar a los empleados mascarillas FFP2 con filtro viricida. La calidad y eficacia de las mascarillas resultan fundamentales para evitar contagios. Por ello, es recomendable que la empresa reparta entre sus empleados las de esta clase, que aportan una mayor seguridad al contar con un mineral integrado que inactiva la Covid-19.

Además de evitar el uso de mascarillas no certificadas. Aunque existen de otros tipos, se recomienda usar preferentemente las mascarillas FFP2 por el grado de protección que ofrecen al usuario en el ámbito laboral. Y por favor, colocarse la mascarilla de forma correcta. Esto significa que ha de ajustarse bien a la nariz y ha de cubrirla entera.

«A medida que pasa el tiempo de pandemia, el cansancio y la relajación de las medidas de seguridad se acentúan; por eso es recomendable insistir en ellas»

Continuando por adaptar el espacio de trabajo para guardar distancias. Es importante que los trabajadores guarden un mínimo de distancia de dos metros entre ellos. Aun así, es recomendable que sigan usando la mascarilla, sobre todo en espacios cerrados.

Y ventilar las salas de trabajo. Es una forma de mantener la calidad del aire que respiramos. No es necesario que las ventanas estén abiertas continuamente, pero sí hay que hacerlo cada una o dos horas. Y es muy aconsejable usar medidores de CO2 en los espacios comunes y de mayor riesgo.

En definitiva, como actores clave de la economía, la responsabilidad social de las compañías consiste en garantizar la seguridad y la organización adecuada de todos sus empleados. Esto implica informar correctamente a los trabajadores de la importancia de protegerse y proteger a los demás, concienciarlos de los riesgos que suponen evitar las medidas de prevención y animarlos a colaborar y aportar lo mejor de sí mismos. Pues ahora más que nunca empresa ha de ser sinónimo de unidad.


Javier Gregori es responsable de Calidad, Medio Ambiente y PRL de Proveil, la empresa que fabrica las mascarillas que desarrollan los investigadores del CSIC.