«Hay que adaptarse a las demandas del mercado sin perder la identidad», Omar Matas #frentealespejo

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En tres décadas –el tiempo que hemos recorrido como empresa en Olmata– han tenido lugar multitud de cambios, empezando por el paso de un modo de vida analógico a otro digital. En nuestro caso, este periodo representa una vida, en el sentido del cambio generacional.

Nacimos como una pequeña compañía que pusieron en marcha dos amigos, quienes con un carácter emprendedor decidieron avanzar en la cadena empresarial dentro del sector de la restauración de colectividades.

Empezando por un colegio de la zona, pensando nada más que en crecer e incrementar el volumen de negocio, y con mucho tesón, esfuerzo y solventando muchos momentos difíciles, han conseguido crear una empresa de reputado prestigio y con unas cifras de negocio muy relevantes dentro del sector.

«Nunca hemos perdido nuestras raíces, una de las razones de nuestro éxito»

Y siendo conscientes del crecimiento que experimentábamos, en Olmata nunca hemos perdido nuestras raíces, y siempre hemos mantenido el trato familiar –una de las razones de nuestro éxito–, a la par que nos hemos ido adaptando a todas las demandas y necesidades del mercado.

En nuestros orígenes, el número de empresas dedicadas a la restauración en el sector de colectividades era muy reducido, y del tamaño de las empresas de por aquel entonces; un hecho que ha cambiado con el transcurso de los años, llegando a ser un nicho francamente saturado.

Ojo, y con la presencia de las grandes multinacionales de la restauración colectiva, pendientes sólo del dividendo y la plusvalía, y de cuya despersonalización en el trato tendremos ocasión de hablar en futuros #frentealespejo.

«Hemos pasado de una regulación exigua a una normativa estricta y un control exigente»

Un progreso que también ha ocurrido con el medio en el que nos desenvolvemos. Se ha pasado de una regulación exigua a tener una normativa muy estricta y con un control por parte de las autoridades sanitarias considerablemente exigente.

Algo que es beneficioso para todos, porque nunca debemos olvidar a lo que nos dedicamos, que sencillamente es “dar de comer” en las diferentes etapas de nuestras vidas.