«Aprende a optimizar el marketing de influencia», Pablo Herreros #frentealespejo

Pablo Herreros frentealespejo

En tiempos de pandemia, buscamos sin descanso nuevas fórmulas para llegar a nuestro público objetivo. Y hacerlo de la forma más eficiente y rentable. Los llamados influencers son grandes embajadores para conectar con nuestros posibles clientes, que los perciben como más cercanos que la publicidad tradicional y confían en sus consejos.

El marketing de influencia se está convirtiendo en una de las herramientas más poderosas para empresas, firmas y marcas. Por eso os propongo hoy estos 7+7 aprendizajes sobre el marketing de influencia, que he experimentado y me gustaría compartir con vosotros. Empezamos.

En primer lugar, huye del yo, mí, me, conmigo. En un mundo en el que la conversación es horizontal, las empresas que “sacan pecho” molestan más que nunca, y provocan la inmediata desconexión de lo que digan después.

Por el contrario, muestra humildad. Haz que el influyente y tu marca cuenten lo que sea de forma sencilla, sincera y cercana, y sin que parezca que has inventado la Coca-Cola (aunque seas el propio fabricante de bebidas de Atlanta).

En segundo, no trates a los influencers como si fueran idiotas.Puedes recurrir a su ego, pero no los trates como imbéciles.Es una de esas creencias que nunca entenderé cómo se cuela en la mente de algunos organizadores de eventos o acciones para influyentes.

Será mejor que pienses en tus clientes: adáptate. Y trata a los influencers como te gustaría que te trataran a ti.

El tercer aprendizaje es no imponercontenido ni lenguaje al influencer. Evita orientar a tu embajador y no le obligues a hablar de forma impostada. No le hagas sentirse ridículo, ni incómodo, pues lo perderás para tu marca; y con él, incluso esa influencia. Pues poner en su boca palabras absurdas “canta”, y hace que tu mensaje no convenza.

Antes bien, apuesta por la naturalidad y el estilo propio.

«Trata a los ‘influencers’ como te gustaría que te trataran a ti»

En cuarto lugar, huye de convertir al influyente en un neón de Times Square. No satures con tus acciones y hagas que el influencer parezca un/a hombre/mujer anuncio. Deja que respire, y no le fuerces a hacer más publicaciones de las que sean normales, o serás percibido como spam por sus propios seguidores (Ojo, que a él/ella no le gustará tampoco).

Mi consejo aquí es simple: practica el respeto.

Llegamos al quinto aprendizaje: que las acciones que sean coherentes con tu marca. Celebrar jornadas, llevar a cabo acciones o vincularte con aspectos que no se refieran a o identifiquen con tu marca te llevarán a confundir al influencer; y lo peor de todo, te llevarán a enredar a tus clientes.

Por el contrario, cada acción que vayas a realizar con tu marca ha de llevar un trabajo previo exhaustivo.

El punto seis podría parecer obvio, pero huye de influencers que no sean fanes de tu producto

No hay nada más dañino que tener un embajador que, ni por dinero, sería capaz de usar tu marca. «Es que me gusta mucho Casillas, lo quiero como embajador de Samsung…», podría alegar un directivo de la marca. Bien, pues consigue primero que sea un usuario convencido de tu producto, y luego lo contratas. Y si no es un fan declarado de la marca, entonces no es tu embajador: encuentra a otro deportista que sí adore tu marca.

«Si el ‘influencer’ no es fan declarado de tu marca, no es tu embajador»

Como es lógico pensar: si no es muy fan de tu marca… puede que lo sea de la competencia. ¿Y entonces, qué?

Termino con el séptimo y último aprendizaje. No hagas publicidad encubierta, y sobre todo con niños. Tanto la Ley General de Publicidad (en su artículo 9), como la Ley de Competencia Desleal (en su artículo 26 deben hacerte desistir de llevar a cabo publicidad encubierta. Menos aún con niños. Y ya el acabose si tu producto no es de comida saludable.

Y esta era tan evidente que no precisa de corolario. Pues de lo contrario, puedes desatar una crisis de reputación lamentable para tu marca.


Pablo Herreros es experto y mentor en Marketing y Comunicación.