Invertir en lo social es invertir a largo plazo en intereses, muchos de ellos, intangibles. La cúpula empresarial debe comprender y adoptar ambos objetivos; tarea arduo complicada, pero posible y necesaria. Una mirada a largo plazo permite al sector empresarial advertir la necesidad de invertir en innovación social y entender que este tipo de acciones ayudan a crear relaciones sostenibles y duraderas, al tiempo que genera beneficios económicos.
Pero, en la actualidad, ¿existe una división o enfrentamiento entre el valor financiero de una empresa y su impacto social? La consultora KPMG publicó el informe 2020 CEO Outlook: COVID-19 Special Edition, que arrojó luz a este debate ofreciendo un rostro más responsable y sostenible. Entre otros datos y cifras interesantes, señala que el 77% de los directivos entrevistados orientaba la actividad de su compañía hacia un propósito social.
Y el 70% de ellos, aseguraba sentirse más conectado con estos intereses tras la crisis sanitaria. De modo que, podríamos decir que la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia ha multiplicado las conversaciones en torno a lo social.
Según el informe Crecimiento Inclusivo: en Busca de una Prosperidad Compartida, elaborado por el Observatorio Empresarial Para el Crecimiento Inclusivo (OEPCI), España también está dando importantes pasos hacia un mayor compromiso social. Estamos ante un ecosistema empresarial cada vez más consciente de atender a los desafíos ligados a la sostenibilidad del planeta y al impacto en la sociedad de su actividad.
«El ecosistema empresarial cada vez atiende más los desafíos ligados a la sostenibilidad del planeta y al impacto en la sociedad de su actividad»
Es en este punto donde cobra relevancia el marketing con propósito como herramienta para ayudar a alcanzar objetivos sociales y crear relaciones sostenibles y duraderas. Una estrategia de marketing con propósitos bien definidos y enfocados a lo social permite unir sostenibilidad y rentabilidad y no solo para nuevas empresas, sino también para empresas tradicionales.
Existen muchos ámbitos de aplicación de la RSE. Desde el medioambiente a la calidad, pasan por igualdad, empleo, entorno… Aunque la cultura verde gana fuerza, según confirma el informe del OEPCI. Es el caso de Patagonia, organización que ha desarrollado ropa de montaña responsable, y cuya filosofía ha originado seguidores fieles.
También encontramos ejemplos de entidades españolas que apuestan por generar impacto en otros ámbitos, como Pascual. Destaca el concurso de proyectos sociales Está en tu mano, en el que las organizaciones seleccionadas por los empleados reciben recompensa económica, entre otros apoyos.
El marketing con propósito permite a las compañías realizar acciones sociales o ambientales junto al lanzamiento de sus productos o servicios. Se trata de un modelo de negocio que, no solo contribuye a dejar una huella positiva en la sociedad y en el planeta, también ayuda a conectar con los seguidores y fidelizarlos. En definitiva, crear relaciones sostenibles y duraderas.
Otro caso de corporación que toma decisiones con impacto social y ambiental es la compañía eléctrica Holaluz. Nació en 2010 con el objetivo de comercializar energía verde; así que lleva en su ADN el sello social.
«El marketing con propósito no solo contribuye a dejar una huella positiva en la sociedad y en el planeta: ayuda a fidelizar a los seguidores»
Incluso muchas pymes, micropymes y autónomos también han implantado acciones de RSE para hacer sus negocios sostenibles, a través de distintos ámbitos de aplicación. Muchas empresas, con independiencia de su tamaño, han decidido emprender en estos ámbitos.
Y lo han hecho integrando, por ejemplo, una cultura de reciclaje para sus empleados; uso de recursos y tecnologías ecológicos; conciliación de la vida laboral y familiar; apoyo a actividades; donación del 0,7% de la facturación a proyectos de cooperación al desarrollo… Todo ello, además, con un coste mínimo, que suele ser el freno principal de las pymes.
En resumen, las organizaciones pueden redefinir su misión y visión gracias al marketing con propósito. Una filosofía que permite crecer, crear relaciones estables, sostenibles y duraderas, y al mismo tiempo, generar beneficios económicos. No hay excusa.
Daniel Collado, socio director de Occam Agencia Digital.