Ninguna empresa sin su plan (2ª parte)

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El plan de empresa sirve para establecer mecanismos de control: puede ser útil al emprendedor como instrumento de análisis de las actividades de la empresa, para poder ver dónde y por qué se producen desviaciones sobre lo previsto y poder tomar así las decisiones oportunas para ir ajustando el proyecto al entorno, a la realidad. Vayamos a lo práctico: qué preguntas de un buen plan de viabilidad no deberían quedar nunca sin respuesta antes de lanzarse al ruedo de los negocios.


De lo dicho hasta ahora se puede deducir que la planificación empresarial aplicada en el momento de la creación de una empresa no es la panacea, pero la inversión en tiempo y dedicación que se debe hacer para elaborar el plan de empresa termina por lo general siendo muy rentable. ¿A quién? Sobre todo a los futuros emprendedores.

Les puede ser útil, en primer lugar, para venderse a sí mismos el proyecto. Es decir, para pensarlo a fondo y poder decidir si les parece que vale la pena dedicarle esfuerzo, tiempo y dinero para lograr convertirlo en realidad. Pero cuando una persona emprendedora quiere poner en marcha una nueva empresa y se le recomienda que escriba un plan de negocio es como si recibiera un jarro de agua helada, ya que normalmente lo que desea con todas sus ganas es ponerse a trabajar de inmediato y sin oír hablar de más papeles.

Hacer el esfuerzo de pasar el proyecto de la cabeza al papel es un ejercicio que obliga a pensar, y eso nunca puede ser malo. Veamos qué preguntas de un buen plan de viabilidad no deberían quedar nunca sin respuesta antes de lanzarse al ruedo de los negocios:

  • Pensando en el producto o servicio

  1. ¿Aquello que se piensa ofrecer contiene alguna innovación que lo haga diferente, a los ojos de los consumidores, de lo que ya existe en el mercado?
  2. ¿Conoce la forma de fabricarlo o de ponerlo en marcha (en el caso de un servicio)?
  3. ¿Sabe cuánto costará fabricarlo/ponerlo en marcha?
  4. ¿Conoce el volumen de ventas necesario para cubrir costes?
  5. ¿En cuánto tiempo calcula que este producto o servicio quedará tecnológicamente obsoleto?
  6. ¿Tiene alguna idea sobre la nueva generación de productos o servicios que seguirá a la actual?
  • Pensando en la forma de vender el producto o servicio

  1. ¿Cómo dará a conocer su producto o servicio?
  2. ¿Qué volumen de ventas se ha propuesto como objetivo para cada uno de los tres primeros años de funcionamiento de la empresa?
  3. ¿De qué manera hará llegar su producto o servicio hasta sus clientes?
  4. ¿Ha pensado cómo fijará los precios de venta?
  5. ¿Qué debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades tendrá su empresa ante sus competidores?
  6. ¿Cuál será su competencia?
  7. ¿Quiénes serán sus clientes?
  • Pensando en cómo fabricar u ofrecer el producto/servicio

  1. ¿Qué criterios ha seguido para escoger la ubicación de la empresa?
  2. ¿Conoce cuáles serán los gastos de adecuación que requerirá la localización de la misma?
  3. ¿Ha estudiado cuántas fases o pasos componen el proceso de producción que deberá seguir para obtener su producto u ofertar su servicio?
  4. ¿Tiene resuelto si fabricar o subcontratar?
  5. ¿Cuál es el nivel tecnológico de su proceso de producción?
  6. ¿Conoce los gastos fijos de adquisición y mantenimiento de la maquinaria, utensilios, locales, transporte…?
  7. ¿Quiénes serán sus proveedores?
  8. ¿Qué crédito le darán éstos?
  9. ¿Cuántos empleados –en caso de ser precisos– necesitará y qué características habrán de tener?
  • Pensando en el dinero necesario para el funcionamiento de la empresa

  1. ¿Conoce cuánto dinero necesita para crear su negocio?
  2. ¿De qué cantidad dispone personalmente para invertir en su empresa?
  3. ¿Ha considerado la necesidad de un socio que aporte dinero y/o conocimientos?
  4. ¿Ha realizado o piensa realizar alguna gestión para pedir dinero a algún banco o institución financiera? (En caso de respuesta afirmativa: ¿cuánto y para qué?).
  5. ¿Ha realizado una previsión de los cobros y los pagos que su tesorería tendrá en los 12 primeros meses de funcionamiento de la empresa?
  6. ¿Ha calculado los beneficios que espera obtener de la explotación de su negocio durante los 12 primeros meses de actividad?
  7. ¿Qué balance prevé después del primer año de operaciones del negocio?
  • Pensando en la empresa y el empresario

  1. ¿Cuál es la forma jurídica que adoptará su sociedad?
  2. ¿Conoce las normas legales a las que se habrá de ajustar el producto/servicio que venda/preste su compañía?
  3. ¿Dispondrá de algún tipo de asesoramiento externo?
  4. ¿Tiene un plan de puesta en marcha?
  5. ¿Por qué quiere crear una empresa?
  6. ¿Considera que su preparación es suficiente para la tarea que se ha propuesto?
  7. ¿Está de acuerdo su familia con la decisión de crearla?
  8. ¿Ha contestado concretamente a la pregunta: en qué me estoy metiendo?

Una expresión muy corriente entre los nuevos empresarios es decir que “lo tienen todo en la cabeza” y que no necesitan ningún documento: le han dado muchas vueltas, lo han consultado con la almohada y discutido con los amigos, consideran que se trata de una oportunidad única que no pueden dejar escapar. El inconveniente de ‘tenerlo todo en la cabeza’ es que resulta de difícil evaluación para los demás, se corre el riesgo de olvidar alguna parte importante, y únicamente puede ser comunicado por el propietario de dicha cabeza.