Normas para organizar un almuerzo o cena formal

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La distribución de los comensales una vez en la mesa, el menú a elegir, el brindis… organizar una comida o una cena de cierta importancia en casa, y querer impresionar a los invitados, precisa preparación y una serie de conocimientos sobre protocolo que vamos a tratar de explicar a continuación.


Echar mano de las reglas que marca la etiqueta evita situaciones incómodas. Tampoco se trata de ser tan estrictos como el mayordomo que interpreta Anthony Hopkins en «Lo que Queda del Día». La cuestión es –haciendo honor a ese viejo aforismo, que dice entre las cualidades de un hombre culto están las de ser cortes y educado– querer agradar; y lograr que todo acontezca de tal modo que los invitados recuerden el acontecimiento por mucho tiempo.

Y para ello, en vez de pararse a inventar nada, basta con seguir sin obsesionar las normas de protocolo y etiqueta, o lo que es lo mismo el comportamiento y las costumbres que nos han sido transmitidas por generaciones, y que se respetan en actos públicos o privados. Desde el correcto manejo de los utensilios de comer y las precedencias a respetar en una mesa hasta el cuidado de los modales, que cobran un gran protagonismo en estas ocasiones, por lo que es una situación perfecta para demostrarlos. Ojo, tanto el anfitrión como los invitados, aunque por degracia sobre éstos últimos no tenemos control.

Así, para evitar que llegue la hora del almuerzo o la cena formal y empiecen las dudas sobre el lugar del pan en la mesa, el trato a la servilleta o la colocación de los cubiertos –preguntas lógicas, por otra parte, si nunca se ha tenido ocasión de aprenderlas– vamos a despejar ese decálogo de dudas que alguna vez se ha hecho todo el mundo, tanto si está en el papel de anfitrión, y le ha tocado preparar la mesa, como en el de invitado. Dos fantásticos artículos arrojan luz sobre ello: éste de ‘ABC’ y este otro de ‘Hola’.

Pero sin duda una guía muy completa es la que expone el blog Enbocavinos.com, y que desde estas líneas te recomendamos leer porque aborda minucionamente la colocación del servicio (cubiertos, copas y servilletas), el lenguaje de los cubiertos, la elección de los elementos decorativos de la mesa, la distribución de los comensales alrededor de la misma, el comportamiento a seguir durante toda la velada y hasta el bridis más acertado.