Parafraseo el título del último libro publicado por el recientemente fallecido filósofo y escritor Nuccio Ordine Los hombres no son islas. En él, el autor exponía que la dimensión social y solidaria de los humanos debía ser esencial a su naturaleza.
Y en esta dimensión social del individuo, la movilidad cumple un papel indispensable. Porque es lo que nos permite salir de nosotros, de nuestro interior, e interactuar con lo que nos rodea; pero también con lo que nos queda lejos, ampliando así nuestra comprensión del mundo.
Actualmente, disfrutamos de un modelo de movilidad creado a lo largo de décadas y que, con sus defectos y sus virtudes, nos ha permitido avanzar como sociedad y tender a igualar las oportunidades de las personas.
«Frente a la prohibición, creo que hay que abogar por la pedagogía para que se haga un uso responsable de la movilidad individual, adecuado con el entorno».
Sin embargo, vemos que este modelo está en riesgo. Puesto que existe una corriente que tiende a la estigmatización del vehículo privado per se, olvidando los impactos sociales y la inseguridad que estos mensajes contrarios al vehículo generan en los ciudadanos. Frente a la prohibición, creo que hay que abogar por la pedagogía para que se haga un uso responsable de la movilidad individual, adecuado con el entorno.
En el sector del renting detectamos que el ciudadano, en parte, se siente indeciso y eso le está paralizando. Está haciendo que se pospongan decisiones de adquisición de vehículos, que son absolutamente necesarias; sobre todo teniendo en cuanta que el parque español roza una media de edad de 14 años.
En estos momentos, sobre todo en la esfera política, hay abiertos muchos debates: limitaciones de circulación en las ciudades, electrificación, prohibición de los combustibles fósiles… Pero la vejez del parque y lo que eso conlleva en detrimento del medio ambiente, pero también de la seguridad, no parece ser un tema prioritario de las agendas.
«El ciudadano se siente indeciso y eso le está paralizando. Se posponen decisiones de adquisición de vehículos, absolutamente necesarias: el parque español roza de media los 14 años».
Alguien que cambia su viejo coche por uno nuevo de gasolina o diésel está tomando una decisión acertada, y hay que decírselo. Porque un vehículo con 20 años contamina tanto como cinco vehículos nuevos. La solución parece sencilla; sin embargo, la ambición de ir a máximos y tratar de que la electrificación se convierta en la única vía para acceder a una movilidad más sostenible, no parece el camino más sensato.
Ya lo dice el refrán: «El que mucho abarca poco aprieta». Y a veces es necesario fijarse metas más alcanzables, que ayuden a conseguir los objetivos que se buscan de forma más inmediata. Para tratar así de que nuestra movilidad impacte lo menos posible en el medio ambiente.
En definitiva, debemos seguir abogando por una movilidad, libre, solidaria, sostenible, y como herramienta fundamental para conectar personas, generar emociones y hacer que no seamos islas, sino penínsulas, continentes o universos llenos de oportunidades.
José-Martín Castro Acebes es presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos.