¿En qué consiste Ripple, la criptomoneda del Banco Santander?

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Ripple es un sistema digital de cambio de divisas y protocolo de pagos que permite a empresas y bancos completar transacciones y cambiar divisas más rápido y más barato que mediante sistemas tradicionales. Hace tres años, Ripple captó el interés de cualquiera que siguiese el mundo financiero por el respaldo de Banco Santander hacia este nuevo sistema de pagos en código abierto y tecnología blockchain.

El Banco Santander lleva invirtiendo y trabajando con Ripple desde 2015. Durante las pruebas se ha comprobado que con esta tecnología las transacciones pueden hacerse en menos de 24 horas y teniendo un total conocimiento de los gastos que conllevan desde el primer instante; además, las comisiones serán mucho menores que las actuales. El portal Marketing4Ecommerce nos explica sus pormenores.

La génesis de Ripple

La historia de Ripple se remonta a 2004, momento en que Ryan Fugger creó el primer sistema de pago RipplePay. No fue hasta el año 2011 cuando el proyecto evolucionó hacia un sistema financiero virtual básico, con la unión de otros desarrolladores en el proyecto.

Un poco más tarde Ripple comenzó a obtener el apoyo de ‘gigantes’ financieros, que al igual que Banco Santander apostaron por esta criptomoneda, lo cual le ha permitido invertir en el desarrollo de tecnología con la que en la actualidad funciona. A diferencia de otros criptoactivos, Ripple es capaz de procesar un promedio de 1000 operaciones por segundo.

Así, en el momento en el que Banco Santander decidió respaldar a la startup con 4 millones de dólares (2015), no hacía mucho que Ripple había cerrado una ronda de 28 millones liderada por los fondos Andreessen Horowitz, CME Group, China Growth Capital o Seagate Technology.

El futuro del sector bancario

Tras esa serie de inyecciones de fondos, Ripple comenzó a ser  probada por varios bancos, incluyendo CBW Bank y Royal Bank of Scotland. Mariano Belinky, director de Santander InnoVentures explicó entonces que Ripple «posee el talento, la tecnología y el impulso para operar en diferentes escenarios, y está explorando activamente dónde y cómo aplicar la tecnología de Ripple en el banco. Ambos comparten una visión común sobre el futuro del sector bancario, y pretendemos defenderla juntos en la comunidad».

Ese mismo verano el Santander publicó The FinTech 2.0 Paper, donde enumeraba las ventajas de las tecnologías blockchain y cómo éstas pueden reducir los costes del banco entre 15 y 20.000 millones de dólares al año en 2020. Como dato interesante, es reseñable que Ripple Labs, la compañía madre de Ripple, fue multada por FinCEN con 700.000 dólares por “violación consciente” del Acta de Secreto Bancario de Estados Unidos en el mes de mayo de 2015.

Finalmente, Banco Santander ha sorprendido haces escasas fechas al anunciar el lanzamiento de una nueva app para la realización de transferencias internacionales en menos de 24 horas a través de Ripple, y que llegaría en primer lugar a España, Reino Unido, Polonia y Brasil. De hecho, como puedes ver en la imagen, Ana Patricia Botín ya había anunciado (de forma interna) esta apuesta por Ripple en la presentación de los resultados de 2017.

Un sistema de pagos virtual

Ripple funciona como un sistema de pagos virtual, que opera en tiempo real y basado en la misma tecnología blockchain bajo la que funcionan la mayoría de las criptomonedas, aunque integra diferencias bastante significativas.

El sistema de Ripple constituye una red utilizada por bancos y algunas instituciones financieras con las que se envía, recibe y liquidan transacciones en tiempos de espera que van entre los 5 a los 10 segundos, mucho más rápido y eficiente que el Bitcoin.

Además, una de las grandes diferencias entre cómo funciona Ripple y las criptomonedas en general, es que no es un sistema blockchain totalmente descentralizado.  A diferencia del Bitcoin, Ripple es una criptomoneda «no minable»; es decir, el número o cantidad de Ripple es limitado, lo que lo hace una moneda virtual parcialmente centralizada, y con un precio mucho más estable.

Los grandes bancos

Desde hace un par de años Ripple ha comenzado a unir fuerzas con los grandes dominadores del mercado, principalmente con bancos como BBVA, Santander, Bank of América y otros. Incluso ha logrado un acuerdo de colaboración con American Express, con lo que ha creado una pasarela de pagos basada en blockchain.

A los bancos les gusta Ripple, y cada día son más los proveedores de pago que se están sumando con esta criptomoneda. Está diseñada para empresas y, si bien se puede utilizar de persona a persona, ese no es su objetivo principal. El objetivo principal  es mover una gran cantidad de dinero en todo el mundo lo más rápido posible.

Mientras que el Bitcoin y otras criptomonedas están completamente descentralizados, respaldados por millones de mineros en todo el mundo (con lo que nadie tiene control real sobre la red), los nodos de Ripple son manejados por las instituciones financieras y por los propios laboratorios de la empresa.