«La transformación empresarial como imperativo», Nuria Povill #frentealespejo

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El pasado 13 de marzo, dos días antes de que se declarara en España el primer Estado de Alarma por la Covid-19, pensábamos que se trataría de una crisis de unas pocas semanas. No fue así. Estábamos entrando en un torbellino que nos llevaría a preguntarnos qué sentido tiene todo a nuestro alrededor y qué nos depara el futuro.

Justo entonces decidí que era el momento de sumarme a una treintena de consultores y expertos para crear una guía que ayudase a las empresas a llevar a cabo la transformación que ahora, sí o sí, se ha convertido en un imperativo para poder sobrevivir. El resultado es Total Value Management, un libro que se basa en el modelo de valor total (MVT), cuya teoría habíamos concretado unos años antes.

El mundo ha cambiado, la sociedad no es la misma a raíz de esta pandemia, y por tanto las organizaciones ya no pueden dirigirse de la misma manera. Si para algo ha servido lo que estamos pasando es para ver un creciente valor social. Miles de personas se han dejado la piel para garantizar los servicios básicos en el ámbito de la alimentación y la salud, por poner sólo un ejemplo. Han surgido muchísimas iniciativas altruistas y la generosidad ha asomado la cabeza.

«El mundo ha cambiado, y las organizaciones ya no pueden dirigirse de la misma manera»

Las personas, al fin, nos hemos colocado en el centro. Hemos depositado nuestra confianza en médicos, enfermeras y personal sanitario para que cuiden de nosotros y de nuestros seres queridos. Hemos puesto a prueba nuestra capacidad para seguir trabajando juntos adaptándonos al teletrabajo y reforzando el sentido de pertenencia. Hemos aportado nuestros mejores talentos, nuestras habilidades y competencias para seguir adelante.

Así mismo, hemos dado respuesta a una nueva realidad demostrando una altísima capacidad de adaptación y de creatividad saliendo, de una sacudida, de nuestra zona de confort: nos hemos reinventado, hemos probado con éxito cosas que hubiéramos tardado meses y años en probar en circunstancias normales. Hemos buscado nuevas maneras de poder hacer una entrega de valor a la sociedad: hemos pasado a fabricar gel hidroalcohólico en lugar de perfume, o mascarillas y batas en lugar de diseñar ropa de moda. Se ha hecho evidente que estamos en un mundo VUCA, donde no hay posibilidad de sobrevivir sin capacidad de adaptación.

De ahora en adelante, en el escenario con el que nos encontraremos, salvo por algunas excepciones, el valor económico habrá sufrido un impacto negativo sin precedentes. Claramente necesitaremos volcarnos todos en la recuperación económica. Es el oxígeno que nos permitirá volver a respirar. Es la supervivencia. Para ello, necesitaremos managers que velen por recuperar la solvencia económica de sus organizaciones; pero no a cualquier precio.

¿Admitiríamos ahora un management que no incorpore y cuide el valor relacional por lo menos en la misma medida en que vela por recuperar la solvencia económica?

«El objetivo de la transformación es generar empresas sanas que ayuden a tener sociedades sanas»

Un management estático ya no tiene sentido en la nueva realidad post pandemia. Y es tan fuerte la velocidad de los cambios que la capacidad de adaptación es el factor multiplicador en nuestro modelo de valor total, que responde a la siguiente fórmula: (valor económico + valor relacional) x capacidad de adaptación.

Solo de esta manera las empresas contribuirán definitivamente con la sociedad, entregando valor. Peter Drucker decía que no hay empresas sanas en sociedades insanas. Partiendo de esta idea, y parafraseando a Xavier Marcet, la transformación empresarial ha de tener como objetivo generar organizaciones sanas que ayuden a tener sociedades sanas allá donde estén insertas.

Es imprescindible realizar esta transformación en las empresas, y es el momento de que los líderes abracen esta idea ya que está en sus manos conseguirlo.


Nuria Povill es socia de SOLO Consultores.