Co-Laboro: salida y acompañamiento para la recolocación del personal despedido

Co-Laboro

El outplacement o recolocación es un proceso de asesoría, apoyo, orientación y seguimiento individual, para profesionales que se enfrentan a un despido o a una reestructuración. Su finalidad es facilitarles un nuevo empleo o actividad de calidad, nivel y condiciones similares a las de su anterior ocupación, y en el menor tiempo posible. Este tipo de  programas, como los que ofrece Co-Laboro –a través de la plataforma Caralin Group– facilita los procesos de cambio en los que se ven inmersas las organizaciones y sus profesionales haciendo compatible el desarrollo integral de los individuos con el de las organizaciones de las que forman parte.

Para que un despido tenga un buen punto de partida, lo fundamental es que no llegue por sorpresa a la persona implicada, y evitar que sea percibida como un abandono a su suerte. El grado de compromiso, la fidelidad de los empleados, la productividad, la reparación emocional del personal y la imagen de marca están en juego.

«El outplacement reduce los riesgos empresariales y aumenta la velocidad de los cambios en la compañía. Pero los beneficios no son exclusivos para las empresas», explica Alicia Colorado, socia fundadora de Co-Laboro. «Los empleados cesantes que reciben un programa de acompañamiento de este tipo, logran superar la crisis personal y familiar, así como el trauma que puede haber ocasionado el despido; trasformando la crisis en una oportunidad de desarrollo profesional y personal».

Co-Laboro se ocupa

Y no olvidemos que la legislación actual obliga a las empresas que vayan a efectuar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en plantillas de más de 50 trabajadores, a contratar programas de recolocación externa. Para el resto, es solo cuestión de barajar los beneficios que supone incluir esta medida; que son muy interesantes.

Y es que las empresas que proveen servicios de outplacement como el de Co-Laboro incrementan la autoconfianza del profesional desvinculado y el orgullo de pertenencia de los que se quedan, facilitan el acceso a mejores puestos de trabajo acortando el tiempo y proceso de recolocación, mejoran la productividad y el clima interno, y minimiza los conflictos legales ya que el colaborador desvinculado siente que es tratado con dignidad y respeto y por lo tanto, es menos propenso a iniciar acciones legales.

«La rigurosidad de la metodología, el seguimiento cercano y un coaching permanente obligan a la persona a tomarse la búsqueda de un nuevo empleo como un trabajo más», continúa Alicia Colorado. Lo primero que aprenden es lo que no se debe de hacer. Con ello, los profesionales evitan muchos errores que todos hemos cometido en la transición de carrera.

Lo que debe y no debe hacerse

Posteriormente, gracias a seminarios, a sesiones individuales y a muchas herramientas tecnológicas, se les enseña a «saber qué hacer», a saber para lo que sirven y lo que les hace felices. Les lleva a «saber venderse», a saber exponer sus logros, sus capacidades y resultados. Aprenden a «saber qué contar», a permitir que su red de amigos conozca cómo poder ayudarle, a identificar permanentemente oportunidades, a convertir la crisis en una excusa para otros y un campo abierto para ellos».


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Así, las empresas que se ocupan y se preocupan de sus empleados, mantienen también un bajo índice de «conflictividad laboral». Se trata de compañías que reconocen que el factor humano es realmente importante, como principal activo estratégico del desarrollo organizativo. El proceso que se desarrolla internamente en la organización, constituye en sí mismo un compromiso moral, que engrandece y realza los valores de la organización.

Compañías del sector financiero, farmacéuticas, tecnológicas o de consumo son habitualmente las que más utilizan y conocen los beneficios de esta herramienta que reduce los riesgos y aumenta la velocidad de los cambios en la empresa.

No solo para las empresas

Pero estos beneficios no son exclusivos para las empresas. Los empleados cesantes que reciben un programa de outplacement, logran superar la crisis personal y familiar y el trauma que puede haber ocasionado el despido; trasformando la crisis en una oportunidad de desarrollo profesional y personal.

Existen estudios que demuestran que la participación en este tipo de programas reduce el tiempo de desempleo ya que los individuos reciben entrenamiento en las técnicas más efectivas para la búsqueda de un nuevo trabajo, para desenvolverse apropiadamente en las entrevistas de empleo, para elaborar un currículum vitae ganador y sobre todo para fortalecer su autoestima y personalidad.

Además, a través del asesoramiento de experimentados consultores, muchas de las personas desvinculadas descubren nuevos horizontes profesionales como la consultoría especializada, la práctica de actividades independientes o la creación de empresas propias. «Desde Co-Laboro ayudamos a las empresas a gestionar las desvinculaciones, mejorando la imagen, manteniendo el clima y la productividad entre los que permanecen», concluye Alicia Colorado.


Si quieres saber más sobre los servicios de outplacement de Co-Laboro puedes escribir al correo electrónico a.colorado@caralingroup.com o llamar al 636 804 755