Comidas y cenas de Navidad: refuerzo del espíritu de equipo en la empresa

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Diciembre es el mes por excelencia de las comidas y cenas de empresa. Hay quien ve en estos acontecimientos una perturbación de la rutina, que puede perjudicar la productividad de la empresa. Sin embargo, en La Txitxarreria aseguran que se trata de una buena ocasión para mejorar el espíritu de equipo entre los trabajadores, y una forma de reconocer el trabajo hecho y facilitar la conciliación, por parte de la empresa.

El espíritu navideño llega de pleno en el mes de diciembre, y se cuela en todos los rincones, incluidos en los de las empresas. En estas fechas tan señaladas, CEOs y directores suelen tener un gesto cercano con su plantilla celebrando las fiestas con una comida o cena de Navidad. Este evento, que suele ser fuera del horario laboral y de carácter optativo, es una gran ocasión para dar fin a un año y recompensar a los empleados por el trabajo realizado.

Comidas y cenas de Navidad

The Gallup Organisation creó un cuestionario, el Q12, para medir el compromiso emocional de los trabajadores en la empresa. De ellas, se extrae la importancia de tener compañeros implicados en un objetivo común y también la relevancia de recibir un reconocimiento por el trabajo hecho. «En Navidad es un buen momento para trabajar estos dos puntos», sostiene José Manuel Díaz, fundador y propietario del restaurante pozueleño La Txitxarreria.

Para este conocido hostelero,la comida o cena de Navidad de la empresa «es una ocasión para que los trabajadores alternen en un ambiente distendido, fuera del escenario habitual, lo que favorece las complicidades más allá de lo estrictamente profesional. También es una oportunidad para que la empresa muestre su gratitud hacia sus empleados, con discursos motivacionales que empujen a mejorar de forma conjunta».


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Para dar un plus a la cita, en los últimos años hay quien apuesta por las “cenas espectáculo” o por otras fórmulas imaginativas. En este punto, hay que tener presente que el tipo de cena se tiene que adecuar con la filosofía de la empresa y sus posibilidades económicas, ya que de lo contrario puede provocar el efecto inverso. Es decir, si una compañía está atravesando estrecheces económicas, lo peor que puede hacer es organizar una cena cara en un local lujoso, porque provocará la sensación de “para esto sí que hay dinero”. Por contra, si una empresa con unos beneficios elevados opta por una cena precaria, sus empleados lo percibirán como un acto de tacañería.

Reconocimiento del trabajo bien hecho

Otra tradición de esta época es la de hacer regalos a los trabajadores. De nuevo, sin olvidar la situación económica de la empresa, es una buena ocasión para ser amables con los trabajadores, ya sea con el tradicional lote de alimentos o con presentes más singulares, como un vale para un SPA o para un menú degustación en un buen restaurante. Estas últimas opciones son las preferidas por los trabajadores más jóvenes, los llamados millenial, que prefieren las experiencias a los productos.

Precisamente durante las comida o cenas de empresa de Navidad se puede mejorar el ambiente de la plantilla, elogiando lo que cada departamento ha hecho bien durante el año, y aprovechar las flaquezas para convertirlas en retos para el próximo ejercicio.

También es importante potenciar la conciliación de la vida laboral con la familiar en estas fechas, en la que los niños tienen vacaciones escolares y muchas familias aprovechan para reunirse desde diferentes lugares. El respeto hacia los días festivos, la flexibilización de los horarios o el teletrabajo contribuirán a que todo el equipo empiece el 2019 con una mayor implicación y un buen estado de ánimo.


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