Los expertos de la compañía Cualtis, especializada en prevención laboral (seguridad en el trabajo, higiene industrial, ergonomía y psicosociología aplicada y medicina del trabajo), repasan este mes en su blog los peligros de padecer una Covid-19 prolongada. Esto es, más allá de los 30 días de enfermedad. Y es que dos de cada diez personas que desarrollan esta dolencia están en situación de padecer otros trastornos graves a lo largo de su vida.
Un estudio, que incluyó a más de 87.000 pacientes que habían pasado la Covid-19, recoge los peligros que aparecen en los supervivientes más allá de los 30 días de la enfermedad. Esta situación clínica, conocida como Covid-19 prolongada, ha sido analizada en este estudio liderado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Saint Louis (Missouri).
La información fue tomada de una base federal de datos del Departamento de Asuntos de Veteranos de EE. UU. Del total de casos que enfermaron de Covid-19, 73.435 no requirieron hospitalización. Para la comparativa utilizaron a cerca de cinco millones de pacientes sin Covid-19 como control.
Una Covid-19 prolongada
Por su parte, requirieron hospitalización por el patógeno 13.654 pacientes, que fueron comparados con los 13.997 que habían sido hospitalizados con gripe. El análisis de las variables a considerar se hizo a los seis meses del seguimiento.
Según la información de Cualtis, entre los resultados más destacados figuran:
- El 20% de los enfermos desarrollan una Covid-19 prolongada.
- El riesgo de muerte es un 60 % mayor entre los pacientes con Covid-19 prolongada respecto a la población general.
- Se estimó un exceso de muerte a los seis meses de todos los supervivientes de 19 por cada 1.000 pacientes.
- Se estimó un exceso de muerte a los 6 meses en los supervivientes hospitalizados de 29 por cada 1.000 pacientes.
En los pacientes con Covid-19 prolongada, la mayor parte de los órganos y sistemas del organismo pueden afectarse. Relacionados con el aparato respiratorio, destacan la tos, dificultad respiratoria y los niveles reducidos de oxígeno en sangre. Entre los problemas cardiovasculares se registraron los episodios coronarios agudos, trastornos del ritmo y la insuficiencia cardíaca.
También se han dado casos de diabetes mellitus de debut, daño renal agudo y crónico, fenómenos tromboembólicos y problemas de salud mental. A ello hay que añadir las manifestaciones de tipo general, cefalea, pérdida del gusto y el olfato, caída del pelo, entre otros síntomas.
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Otro estudio, con una casuística más reducida, publicado en JAMA Network fue una cohorte de 478 supervivientes de Covid-19 de los hospitales de la Universidad Paris-Saclay en Francia. En esta ocasión, se evaluó la situación clínica a los cuatro meses posteriores a la hospitalización. Algo más de la mitad de los casos (51 %) refirieron tener algún síntoma de nueva aparición.
Las principales quejas fueron la fatiga (31 %), síntomas cognitivos (21 %) y falta de aire (16 %). De los 171 pacientes en los que se hizo evaluación por tomografía computarizada (TAC) pulmonar, se comprobaron alteraciones pulmonares en el 63 % de ellos. El principal hallazgo fue las opacidades con aspecto de vidrio deslumbrado (vidrio esmerilado). Se apreciaron lesiones fibróticas pulmonares en el 19 % de los casos explorados.
Un número importante de casos que enferman de Covid-19 desarrollan síntomas pasados unos meses de la fase aguda. Algunos de estos síntomas pueden afectar seriamente la salud del individuo poniendo en peligro su vida. Hay que alertar de ello a la población y que no se demore la visita al médico si aparece alguna sintomatología nueva después de haber pasado el Covid-19.