Grupo Vettonia nos facilita algunos consejos, más allá de los dispositivos antirrobo, para la seguridad del comercio. Y es que, si bien los dispositivos antirrobo individuales son un componente importante en el sistema de seguridad del comercio, cualquier persona propietaria de un establecimiento comercial sabe que necesita un sistema más completo para maximizar la eficacia. Existen al menos tres riesgos a los que anticiparse, para mejorar la seguridad de las tiendas y la protección de la sus productos.
Cuando se piensa en dispositivos antirrobo para comercios, lo primero que le viene a la mente es la vigilancia electrónica de artículos, bien sea con un sistema acustico-magnético, con uno basado en la radiofrecuencia, o los sistemas de identificación RFID. Cuando la identificación se combina con una solución de vigilancia presencial, los propietarios cuentan con información exacta sobre la disponibilidad de los productos de la tienda.
La seguridad del comercio
Pero los datos muestran que las tiendas continúan sufriendo pérdidas significativas, incluso con la seguridad de la vigilancia electrónica. Según la encuesta de ámbito nacional de la Federación Nacional de Comercios Minoristas, las tasas de pérdida minorista alcanzaron un máximo del 1,6 % en 2019 y se han mantenido en ese nivel desde entonces.
No es que los sistemas de vigilancia electrónica no sean efectivos, es solo que solo abordan una parte del problema. Y hay claras evidencias de que el desafío de la seguridad minorista se ha vuelto más difícil durante y después de la pandemia, con la inflación disparando los precios por las nubes.

Si bien los dispositivos antirrobo minoristas son un componente importante para el sistema de seguridad de un comercio, se necesita un sistema más amplio para maximizar la eficacia. Veamos tres amenazas y la forma de combatirlas.
Robo interno: la amenaza en el interior
La mencionada encuesta informa de que la pérdida promedio en euros de los comercios por el robo en tiendas se aproxima al 2% de las ventas. Pues bien, de ese porcentaje, el robo externo es el responsable del 38% de dichas perdidas, mientras que el fraude interno, incluido el robo por parte de empleados, supone un 22,6%. La pérdida desconocida –que es como se conoce al hurto por parte de clientes o empleados– tiene la agravante de que puede continuar durante mucho tiempo antes de que se descubra.
Algunos de los métodos comunes que usan los empleados para hurtar muestran por qué no puede confiarse solo en los sistemas de vigilancia electrónica:
- Eliminación de etiquetas de seguridad del inventario.
- Mantenimiento efectivo de un reembolso falso.
- Cobro de artículos por el precio marcado, embolsándose la diferencia.
Necesita soluciones de seguridad para que esos empleados sepan que el robo y el fraude no pasarán desapercibidos. Grupo Vettonia anima a cualquier persona propietaria de un establecimiento comercial a hablar con uno de sus especialistas para conocer las mejores opciones para cualquier necesidad de seguridad del comercio. La seguridad del comercio es un problema complejo, pero la tecnología adecuada combinada con una cultura corporativa sólida puede hacer mucho para proteger el negocio.
Puedes leer el resto de este interesante artículo sobre la seguridad del comercio en el blog de Grupo Vettonia.