«La única discapacidad es la actitud negativa», Irene Villa #frentealespejo

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Con este lema nació, en 2014, la fundación. Teníamos muchos motivos para ponerla en marcha. El primero es que no entendemos otra forma de vivir que no sea volcados en los demás. Es lo mínimo que podemos hacer después de todo el cariño que siempre hemos recibido. Precisamente, tanto mi madre, como mi hermana y yo misma, volvimos a nacer gracias al amor y la solidaridad de miles de personas.

Así, inculcar fortalezas humanas desde niños es el mejor regalo que podemos hacer. Lo mismo que fomentar el entusiasmo y las ganas de vivir. Ese es otro de los grandes objetivos: transmitir al mundo mensajes positivos de entendimiento, amor, alegría, paz, solidaridad, felicidad…

Trabajamos en proyectos de integración para personas con cualquier tipo de discapacidad o con enfermedades raras. Tanto en el ámbito laboral como en el deportivo. Ya que la práctica deportiva cambia la vida de las personas, en especial cuando tenemos alguna dificultad ya sea física, intelectual o sensorial.

El deporte conlleva indudablemente una mejora significativa en nuestra calidad de vida. Convertir un reto en una pasión es muy gratificante y consigue que nos comprometamos con nosotros mismos y con la prosperidad de nuestro entorno. Algo que, a fin de cuentas, revierte en la mejora de la sociedad.

«Inculcar fortalezas humanas, como el entusiasmo, es el mejor regalo que hacer a un niño»

Nuestro primer proyecto, la Flor Dulce de Navidad, nació en Asturias. Es un dulce para compartir en familia, comercializado para proyectos de integración de personas con discapacidad de fundaciones ya consolidadas. Lo elaboraron, decoraron y empaquetaron personas con discapacidad de Down Asturias y Alarde, que –con lo recaudado– tuvieron la posibilidad de desarrollar varios cursos de formación durante todo el año.

Posteriormente sumamos otros dos beneficiarios: Down Madrid y Prodis. Gracias a Pablo Díaz, por crear un producto mágico; a mi hermana Virginia, por conseguirlo todo cuando parecía imposible llegar; y a Jaime, mi cuñado. La gran sorpresa es que algunos de esos chavales que disfrutaron y aprendieron con nuestro proyecto, ¡ya tienen trabajo!

Tuvimos el enorme honor de ser recibidos en el Palacio de la Zarzuela por Su Majestad el Rey Felipe VI, quien nos lo dijo muy claramente: «Son muy necesarios esos valores de alegría, compromiso, energía positiva… Y por supuesto el apoyo a la discapacidad que, si bien es un ámbito en el que hay muchas personas trabajando, aún quedan muchos huecos que rellenar, edificios que adaptar… y la fuerza que contagiáis es muy necesaria». Nos emocionó al ensalzar ese gran espíritu de superación. Un gran orgullo contar con personas con tanta sensibilidad y sentido del compromiso.

«Algunos chavales que aprendieron con nuestro proyecto, ¡ya tienen trabajo!»

Gracias a nuestros queridos patronos Antonio Camuñas Baena, Francisca Buján González, José Luis Izquierdo Martín, Mamen Sánchez Pérez y Cipri Quintás Tomé, por compartir la ilusión por mejorar la calidad de vida de esas personas que no son ordinarias, sino extraordinarias. Y gritar juntos al mundo que la única discapacidad es la actitud negativa, y que cuantas más personas felices… más dichoso girará nuestro planeta.

Gracias también por vuestro compromiso en todos esos proyectos que están por venir.


Irene Villa es Licenciada en Comunicación Audiovisual, Humanidades y Psicología.