Un grupo de estudiantes de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX) ha lanzado con éxito el microsatélite UAX-II desde el aeródromo militar de León. El objetivo de este experimento, en colaboración con la empresa de tecnología aeroespacial B2Space y el Ejército del Aire y del Espacio, es validar la tecnología de futuros vuelos espaciales.
Un grupo de estudiantes de Ingeniería Aeroespacial la Universidad Alfonso X el Sabio, en colaboración con la empresa de tecnología aeroespacial B2Space y el Ejército del Aire y del Espacio, han lanzado el microsatélite UAX II. El experimento se ha llevado a cabo desde la pista 23 del aeródromo militar de León. Y su objetivo es validar tecnología para futuros vuelos espaciales.
La plataforma estratosférica permitirá realizar pruebas y desarrollar equipos espaciales de una manera eficiente y rápida, tanto a instituciones como a empresas. Cabe recordar que el año pasado se lanzó, desde las mismas instalaciones, el microsatélite UAX-I, cuyo objetivo fue, entonces, el control de las masas forestales y los cultivos.
El programa Fly your cubesat
Este vuelo es la culminación a seis meses de trabajo dentro del programa Fly your cubesat. En el que un grupo de estudiantes Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Alfonso X el Sabio diseñan, construyen y vuelan en el borde del espacio un satélite de pequeñas dimensiones (cubesat), para realizar distintas misiones, con el apoyo del equipo de la empresa B2Space, que ejerce de guía y asesora en el proceso. Asimismo, la empresa DHV Technology ha donado al proyecto un panel fotovoltaico espacial para estudiar la variación de la eficiencia con la altitud.
Según palabras del Jefe de Estudios del Grado en Ingeniería Aeroespacial, Ricardo Atienza: «El satélite UAX-II cuenta con un equipamiento para la realización de la misión de caracterización del entorno en la estratosfera y validar tecnologías para futuros vuelos espaciales. Está compuesto por un magnetómetro, con objeto de medir experimentalmente la variación del campo magnético en la estratosfera, y un panel fotovoltaico espacial, donado por la empresa DHV Technologies, para estudiar la variación de la eficiencia con la altitud».
El microsatélite UAX-II
Por su parte, Abraham González, estudiante de Ingeniería Aeroespacial en UAX y líder del proyecto, ha explicado que “ha sido toda una experiencia inolvidable, no solo por el hecho de lanzar desde una base militar y trabajar en equipo, sino por todo lo que hemos aprendido. En este tipo de proyectos transversales te enfrentas a problemas reales que te forman con el perfil de ingeniero más completo posible”.
El modelo educativo UAXmaker, que consiste en que los estudiantes trabajen en retos reales con empresas, para adquirir las habilidades y las dinámicas de trabajo que demandan las mejores compañías. El objetivo es que los estudiantes conozcan y se formen en la realidad laboral a la que se van a enfrentar, ya desde los primeros cursos.