Para Steelcase, hace falta algo más que dinero y teletrabajo para fidelizar a los equipos

fidelizar a los equipos

Las personas quieres desarrollar su sentido de pertenencia, desean sentirse valoradas y alcanzar un equilibrio entre su vida laboral y privada. De ahí que Steelcase recuerde a los empresarios, en su estudio ¿Qué quieren los trabajadores en la nueva era del trabajo líquido?, que atraer y retener el talento en las políticas de pago y el trabajo remoto crea relaciones transaccionales, olvidando son embargo lo valioso que es el espacio de trabajo para fidelizar a los equipos.

Como especialista en diseñar espacios de trabajo vanguardistas, esta multinacional aboga por centrar los esfuerzos en satisfacer las demandas de los empleados en este terreno, para lo cual ha realizado una investigación donde revela datos significativos para quienes deseen fidelizar a los equipos.

Cuanto más separados, menos confianza

En un estudio reciente de McKinsey, la posibilidad de trabajar de forma remota o una retribución inadecuada se consideran menos importantes que el hecho de poder flexibilizar la labor a distancia con la asistencia a la oficina para disfrutar del contacto con los compañeros y la retroalimentación con los superiores.

Eso no quiere decir que las personas desprecien el teletrabajo o la posibilidad de ganar más. Es solo que tiene una importancia vital el que los líderes trabajen para reconstruir y mantener relaciones de confianza entre los equipos. Y los que no se arriesgan corren el riesgo de sufrir un mayor desgaste, una menor productividad y un estancamiento de la innovación.

Por ejemplo, la mitad de las personas afirman que prefieren trabajar desde casa. Donde pasan a menudo varias horas encorvadas sobre mesas diseñadas para comer o sentados en sillones destinados a relajarse. Y lo prefieren a hacerlo en una oficina que debería estar diseñada para ayudar a las personas a trabajar mejor.

Los datos revelan que cuanto más tiempo pasan separadas las personas, menos confianza existe entre ellas; tanto entre directivos y trabajadores como entre los propios compañeros. Cuando no hay confianza peligran la innovación, la productividad y la retención. Los empresarios saben que necesitan unir a la gente.

Cinco desencuentros empresa-trabajadores

En otoño del pasado año, los investigadores de Steelcase WorkSpace Futures analizaron las respuestas de casi 5.000 trabajadores de oficina de una docena de países. Los datos revelaron cinco errores clave que podrían estar cometiendo los líderes empresariales a la hora de conectar el espacio de trabajo con lo que la gente quiere realmente.

  1. Considerar el talento como algo transaccional. Cuando los investigadores de Steelcase compararon factores como los ingresos, los desplazamientos, la antigüedad y la posibilidad de trabajar de manera híbrida, se sorprendieron al descubrir que el hecho de que el que a las personas les guste o no su lugar de trabajo es más importante de lo que los líderes empresariales creen. Las personas a las que les gusta trabajar desde su oficina están mucho más comprometidas y conectadas con la cultura de su empresa, y son más productivas y menos propensas a marcharse.

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  1. Cambiar la política, no el sitio. Ofrecer a las personas un destino, como un entorno de equipo, puede brindarles un sentido de pertenencia, y un espacio cómodo y familiar para encontrarse con sus compañeros de equipo y sentirse como en casa. Según los objetivos de la organización, comprender qué atrae a las personas a la oficina puede permitir a los líderes empresariales equilibrar las políticas de trabajo híbrido con la estrategia del espacio.

Modelos de trabajo flexibles

  1. Olvidar lo primordial: las personas desean control y pertenencia. Los líderes se centran en generar políticas más flexibles, pero los modelos híbridos por sí solos no abordan otros factores fundamentales como el deseo de control, el sentido de pertenencia y la necesidad de privacidad. Muchos empresarios están pasando a modelos de trabajo híbridos con la buena intención de dar a las personas mayor autonomía y control sobre su vida laboral.

    Pero las políticas híbridas por sí mismas no serán suficientes para brindar el control y el sentido de pertenencia que la gente busca. Las personas quieren un destino y un lugar de trabajo en el que sentirse como en casa. En lugar de asignar despachos o espacios de trabajo en función de la jerarquía, se pueden asignar en función del tiempo que las personas pasen en la oficina.

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  1. Olvidar la concentración. Es hora de redefinir la “propiedad” y ofrecer a las personas opciones de intimidad; con independencia de que cuenten o no con un despacho. Nuestra concepción de “propiedad” ya está cambiando en muchos sentidos. Nos sentimos cómodos sintiéndonos “dueños” de la casa de otra persona cuando usamos Airbnb, por ejemplo.

    Brindar a las personas más opciones sobre la privacidad en el tipo de oficina que desean puede significar muchas cosas: oficinas privadas, espacios de trabajo con lugares cerrados que brinden privacidad visual o enclaves o espacios de trabajo reservables.

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Sesgos que no ayudan

  1. Los prejuicios del jefe. Los trabajadores tienen más protagonismo que nunca. Los líderes empresariales deben tener en cuenta cómo satisfacer las necesidades de los trabajadores, especialmente las de aquellos que vuelven a la oficina después de mucho tiempo fuera, y reconocer que es probable que su experiencia no coincida con la de la mayoría de sus trabajadores. Los líderes deben plantearse cambios en el espacio de trabajo para apoyar a un mayor número de trabajadores.

Para conocer los datos específicos segmentados por países puedes descargar el informe completo pulsando este enlace.