En medio de la revolución más significativa en el ámbito laboral de los últimos 100 años, la oficina tradicional también enfrenta una transformación sin precedentes. En este panorama de cambio y adaptación, surge el Playbook de la Oficina Sostenible, lanzado por IFMA España, el capítulo español de la International Facility Management Association. Este libro blanco no solo redefine la noción de una oficina sostenible, sino que también aborda integralmente los criterios ambientales, sociales y de gobernanza que la definen.
Y es que, la oficina ya no es simplemente un lugar de trabajo; se está convirtiendo en un espacio vital para la cultura, los valores y los métodos de trabajo de una empresa. En un mundo donde los candidatos valoran cada vez más los compromisos sostenibles de las organizaciones, la oficina juega un papel crucial en la atracción y retención del talento.
Es en este contexto en el que la guía de IFMA adquiere relevancia, definiendo la oficina como “un lugar al que ir” que fomenta la socialización, la innovación y el aprendizaje, según explican Susana Quintás y Joaquina Garrido, sus codirectoras. Así, ofrece una visión holística, transversal y fundamentada en las mejores prácticas.
Una guía para la transformación sostenible
La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave para la reputación y la competitividad de las empresas. Adoptar prácticas sostenibles no solo minimiza el impacto ambiental, sino que también maximiza el bienestar de los empleados y contribuye positivamente a la cuenta de resultados de la empresa.
El Playbook de la Oficina Sostenible ofrece una perspectiva completa de los principios y estrategias para lograr una oficina sostenible. Desde la eficiencia energética hasta la gestión de residuos, esta guía proporciona herramientas y conocimientos para transformar los espacios de trabajo en entornos sostenibles. Con la participación de líderes del sector, aborda temas clave como el diseño de la oficina, la gestión de la energía y la tecnología aplicada.
En este sentido, la guía destaca la responsabilidad de los edificios en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. En un contexto de aumento de la regulación y la conciencia ambiental, la sostenibilidad se convierte en una obligación para todas las partes interesadas. Aquellos edificios que no cumplan con los estándares sostenibles enfrentarán la obsolescencia, mientras que las certificaciones sostenibles pueden aumentar el valor y la viabilidad económica de los inmuebles.